de abril de 2022
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Respecto a las denuncias por corrupción, “que son muy bajas”, detalló que sólo una de cada diez mujeres que pagó un soborno en los últimos 12 meses lo denunció.
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Participó en el seminario Las Mujeres y su incidencia en la agenda anticorrupción, que organizó el Instituto de Transparencia, Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Jalisco.
Promover la perspectiva de género en el combate a la corrupción, así como la participación de las mujeres en el diseño de políticas públicas y toma de decisiones en esta materia, es de suma relevancia para incorporar temas, prioridades y problemáticas que las involucren, coincidieron especialistas en transparencia y acciones anticorrupción.
En el marco del seminario Las Mujeres y su incidencia en la agenda anticorrupción, organizado por el Instituto de Transparencia, Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Jalisco (ITEI), en coordinación con el Centro de Estudios Superiores de la Información Pública y Protección de Datos Personales (CESIP), Marina San Martín Rebolloso, Comisionada Ciudadana del órgano garante de la Ciudad de México, señaló que los efectos de la corrupción no son neutros e impactan de manera grave y diferenciada a los grupos en situación de vulnerabilidad, particularmente a mujeres y niñas.
La Comisionada del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (INFO CDMX) participó en el panel número 2: “Desigualdad y brechas de género en el combate a la corrupción, reflexiones desde la perspectiva de los Sistemas de Transparencia y Anticorrupción”.
Señaló que de acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción 2021, la calificación de México es de 31 puntos en una escala de 0 a 100, misma que países africanos como Gabón y Nigeria; o bien como Papúa Nueva Guinea, de Oceanía. Es decir, dijo, nuestro país se ubica en la posición 124 de 180 países.
Añadió que, aunado a ello, “siempre estamos en el último lugar de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de 34 naciones, México se encuentra en el lugar número 34”.
Al referirse a la corrupción y las mujeres, la Comisionada San Martín subrayó las distinciones “históricamente marcadas, como una mujer en pobreza, con discapacidad, indígena, y también está el tema sexual como cobro de favores en esta parte de la corrupción”.
De acuerdo con el Barómetro Global de la Corrupción de América Latina y el Caribe, 2019, en México, una de cada cinco personas (20%) ha sufrido extorsión sexual o conoce a alguien que pasó por esa situación.
Respecto a las denuncias por corrupción, “que son muy bajas”, detalló que sólo una de cada diez mujeres que pagó un soborno en los últimos 12 meses lo denunció. La corrupción afecta nuestros derechos y tenemos que lograr equilibrarlos, aseguró.
Al referirse a los organismos garantes del país, comentó que el Sistema Nacional de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (SNT) cuenta con un “Decálogo para el Fortalecimiento del Enfoque de Derechos Humanos, Igualdad e Inclusión Social”, y se está trabajando el “Observatorio de resoluciones de acceso a la información pública con perspectiva de género”.
Comentó que, al corte del 19 de abril del presente año, el SNT cuenta con 117 comisionadas y comisionados, de este número -dijo-, 50.4% son hombres (59), y 42.7% mujeres (50); “todavía somos menos, pero ya estamos logrando una situación de paridad”.
Para finalizar su intervención, aseguró que se debe promover la denuncia, cómo combatir los temas de violencia o extorsión sexual y cómo poder apoyar la situación de las mujeres en la vida pública.
En su oportunidad, Nancy García Vázquez, integrante del Comité de Participación Social (CPS) del Sistema Estatal Anticorrupción de Jalisco (SEAJAL), aseguró que “las brechas de género cuando las pensamos en corrupción son un área en la que tenemos que trabajar, construir evidencia, definir y mostrar no sólo cómo la corrupción nos afecta, sino todas las variables que soportan a la corrupción y como éstas evidencian estereotipos y roles de género socialmente asignados”.
Señaló que las brechas de género se afectan si no hay una estrategia anticorrupción; “por ejemplo, en las diferencias salariales de lo que gana un funcionario o una funcionaria pública con un mismo puesto, también se puede ver en la inseguridad pública o en la impunidad”.
En tanto, Natalia Mendoza Servín, Comisionada Ciudadana del ITEI, puntualizó que la corrupción para las mujeres es más costosa “cuando nos damos cuenta que no ganamos lo mismo que los hombres en diferentes contextos; además de empobrecer más a las mujeres, ya que el empobrecimiento surge de la corrupción que tenemos que pagar”.
Subrayó que otra forma de corrupción y abuso de poder es la extorsión sexual o moneda de cambio para acceder a un espacio público, o para tener algún servicio público.
Jessica Guadalupe Mejía, Coordinadora de Capacitación a Sociedad Civil del ITEI y moderadora del panel, señaló que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cada acto de corrupción experimentado por la población en México, tuvo un costo promedio para mujeres y hombres aproximado de tres mil 822 pesos; pero su impacto resulta más significativo cuando lo ponemos en la brecha salarial registrada para el país, donde se estima que las mujeres ganan en promedio entre 27% y 33% menos que los hombres.
“Asimismo, las mujeres nos enfrentamos de forma recurrente a la corrupción en forma de violencia sexual, entender las formas en las que la corrupción profundiza la precariedad de la condición de vida de las mujeres es todavía un asunto pendiente que se tiene que trabajar”, afirmó.