En un mundo laboral en constante evolución, los paradigmas de contratación están experimentando un cambio notable. Los títulos académicos y las certificaciones, una vez considerados el sello distintivo para asegurar un empleo, están perdiendo terreno frente a un enfoque más centrado en las habilidades y competencias interpersonales de los candidatos. Este cambio de prioridades es evidente en el informe “Talent Trends 2024” de Robert Walters, una destacada consultora global en talento, que revela que el 79% de las empresas ahora valoran más las habilidades blandas en la contratación.
Según Alfredo Araneda, Gerente General de Robert Walters Chile, “En los últimos meses, es más común tener un enfoque de contratación que da prioridad a las competencias y habilidades, en lugar de a los títulos del candidato. En concreto, las habilidades interpersonales o soft skills son las que mayor peso están tomando, pero también son las más difíciles de medir o evaluar”.
Este cambio en los procesos de selección no solo amplía el espectro de candidatos para una vacante, sino que también diversifica los perfiles profesionales considerados. Atrás quedaron los días en que la experiencia laboral y las certificaciones eran los criterios principales; ahora, se busca el ajuste perfecto entre el candidato y el puesto. De hecho, el 36% de los profesionales de recursos humanos estaría dispuesto a contratar a un candidato con las habilidades necesarias, aunque carezca de la experiencia tradicionalmente requerida.
Araneda destaca la importancia de este cambio de paradigma al señalar que “Este cambio de paradigma pone sobre la mesa una nueva carrera por ser la empresa más rápida en adoptar este modelo. Cambiar la metodología de selección para dar prioridad a las competencias es el primer paso para ser más eficaz y captar el mejor talento”.
La escasez de habilidades interpersonales se ha convertido en un desafío significativo para las empresas, con un 24% identificándolo como uno de los principales obstáculos. En Chile, el 44% de las compañías señala la falta de experiencia sectorial como una limitación para encontrar el talento adecuado en un plazo razonable. Para abordar esta problemática, el 70% de las empresas ha mejorado sus programas de formación y capacitación en el último año, y un impresionante 81% está invirtiendo en reskilling, es decir, en equipar a sus empleados actuales con nuevas habilidades.
En cuanto a los profesionales, un 32% está actualmente en proceso de formación, mientras que un 45% tiene la intención de formarse próximamente, aunque aún está evaluando las áreas y modalidades de capacitación.
“Las empresas están invirtiendo más en formación interna para dotar a sus trabajadores de las competencias que escasean en el mercado. Así, pueden cubrir con su propia plantilla esos puestos para los que no encuentran candidatos externos idóneos”, concluye Araneda.
A pesar de las fluctuaciones en la tasa de desempleo, que alcanzó un 8,3% en 2023 según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de Chile, la falta de perfiles cualificados sigue siendo una barrera crítica para muchas empresas. El 64% de ellas informa tener dificultades para encontrar talento con las habilidades técnicas y blandas necesarias para sus operaciones.
En este nuevo panorama laboral, la capacidad de adaptación y aprendizaje continuo se ha convertido en un activo invaluable tanto para empleadores como para empleados. Las empresas que priorizan el desarrollo de habilidades y competencias, ya sea mediante la formación interna o el reclutamiento estratégico, están mejor posicionadas para enfrentar los desafíos del mercado laboral actual y asegurar un futuro próspero para sus equipos y organizaciones.
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