Un total de 16 óleos de finales del siglo XVII e inicios del XVIII, algunos de éstos con las firmas de Juan Correa, Ignacia A. de Anzorena y Manuel Fran. Carillo; así como dos esculturas talladas en madera, son las piezas que se exhiben en la recién creada Pinacoteca del Sagrario Metropolitano, a un costado de la entrada a la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.
“En una ciudad con toda esta vorágine y situaciones complejas de realidades que se entrecruzan, vale la pena que el arte se abra espacio y más en el centro que es signo de poder, de comercio y de historia. Pensamos en el arte como una posibilidad de conciliación de todas las realidades que vivimos, una oportunidad de saber dialogar y saber ser sensibles”, comenta en entrevista el administrador parroquial, Jaime Paredes Cruz.
El recorrido por la Pinacoteca inicia con el óleo “San Pedro Arrepentido”, de autor anónimo, obra con marcas que evidencian que estuvo montado en algún retablo. Después aparecen cuadros con las representaciones de San Jerónimo, de la “Comunión de San Luis Gonzaga” y el posterior desmayo de ese santo jesuita tras la confesión.
“Este espacio del Sagrario Metropolitano años antes servía como oficina de corrección de actas de la vicaría, se habían puesto cubículos y oficinas, posteriormente fue salón de usos múltiples. Cuando llegué vi que era un espacio libre y tras ver los cuadros que estaban en el despacho, la sacristía y en el archivo fue que miré obvia la vocación de una pinacoteca”, relata el presbítero.
El proyecto tuvo asesoría e investigación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), instancia que se encargó de realizar el catálogo de obras y de proponer los óleos adecuados para el espacio.
“Tenemos cuadros que, aunque estén en buen estado, no caben en la pinacoteca, tenemos óleos de 2.5 metros, tuvimos que adaptarnos al espacio. Por ejemplo, en la oficina tenemos un cuadro sobre San Bonifacio, en sacristía hay alrededor de tres pinturas sobre la huida a Egipto, de San José y la Virgen de Guadalupe; en el archivo está la Santísima Trinidad que es de las más grandes, y San Antonio de Padua”, detalla Paredes Cruz.
Sobre las piezas que exhiben, destaca la “Dolorosa” de Juan Correa, un prolífico pintor que nació en la Ciudad de México en el año de 1646, uno de los principales exponentes del barroco en el país y el primero en pintar ángeles con tonos de piel negra o parda y a la Virgen de tez morena, quizá influenciado por sus orígenes, ya que su padre era un hombre de ascendencia africana y española.
Otros óleos que contienen firmas son: “San Juan Nepomuceno confesando a la reina” (1870), “Martirio de San Juan Nepomuceno” (1870) y “Cuerpo de San Juan Nepomuceno flotando en el río” (1871), de Ignacia A. de Anzorena; y “Virgen de la Luz” (1748), de Manuel Fran. Carillo.
“Hoy son concebidas como obras de arte, pero en su tiempo eran piezas que servirían para catequizar a las personas, en ese sentido los acabados y detalles no son tan finos o llamativos como otras obras, lo que les da su valor es el tiempo porque son del siglo XVIII y tenemos en algunas las firmas de los artistas”, indica Paredes Cruz.
Otra obra que llama la atención es “El pasaje de la vida de San Luis Gonzaga”, ya que este santo fue jesuita y, por tanto, la pieza perteneció a dicha orden religiosa. “Posiblemente era del Colegio de San Pedro y San Pablo y que ahora están en Catedral porque cuando expulsaron a los jesuitas, sus obras se guardaron y por ello llegaron al Sagrario”.
Finalmente, el presbítero Paredes Cruz indica que las obras son de tema religioso “donde la santidad es entendida como la plenitud de una persona”.
HORARIOS DE VISITA
La Pinacoteca del Sagrario Metropolitano se ubica en Seminario 16, Centro Histórico de la CDMX, a un lado de la Catedral Metropolitana; y está abierta de lunes a viernes de 10:00 a 16:00 horas, los sábados de 10:00 a 13:00 horas y domingo de 10:00 a 15 horas.
Las esculturas de madera que se exhiben son: la escultura de San Ignacio de Loyola (siglo XVIII) y un crucifijo (siglo XIX).