Rebecca Jones, quien en la década de los años 80 entregó a la historia de las telenovelas en México a la mítica villana Vilma de la Fuente en Cuna de Lobos, falleció la madrugada de ayer a los 65 años de edad, luego de diversos problemas de salud que enfrentó en los últimos meses.
“Con profunda tristeza queremos informar el fallecimiento de nuestra querida y admirada Rebecca Anne Jones Fuentes. Estuvo acompañada en todo momento por sus seres queridos, se fue en paz y con un profundo agradecimiento a su público para el que trabajó toda su vida”, informó en un comunicado su representante Danna Vázquez.
En los últimos meses, la actriz había presentado diversos problemas de salud, pero seguía recuperándose de manera optimista. En noviembre del 2022 fue internada de emergencia debido a un cuadro de neumonía, mismo del que se recuperó. En 2019 había superado el cáncer.
A principios del mes de marzo fue vista por última vez en público en la premier de la película Nada que ver y compartió en sus redes sociales las imágenes de ese evento.
Debido a que había toda una serie de rumores acerca de su salud, por esos días le ofreció una entrevista al periodista Javier Poza, en la que compartía que estaba mejor de salud y concentrada en recuperarse totalmente.
Ayer que se dio a conocer la noticia de su deceso, colegas y personalidades del mundo del espectáculo recordaron el talento de Rebecca Jones en la actuación y su gran carisma, pues siempre les regalaba una sonrisa o momentos de diversión.
“Cucu querida, siempre atesoraré las risotadas en nuestros camerinos puerta a puerta en El curioso incidente del perro a medianoche, maquillándonos a puertas abiertas para conversar, compartir comida y carcajadas. Allá donde vayas llevarás el ‘lunch’ en bolsas elegantes y habrá alegría. Vuela suave, libre y feliz, Rebecca hermosa”, comentó en Twitter la actriz Cecilia Suárez, quien también compartió créditos con ella en La casa de las flores, de Manolo Caro, quien también se despidió de la estrella: “Día más triste. Rebecca, todas las flores de la casa para ti. Te vamos a echar mucho de menos”.
Por su parte, el productor Epigmenio Ibarra recordó cuando fueron cómplices de trabajo. “Lamento profundamente la muerte de la queridísima Rebecca Jones, gran actriz, mujer guerrera, compañera de aventuras como La vida en el espejo. Trabajó incansablemente e iluminó, con su talento, sets y escenarios. Abrazo con mucho cariño a las y los suyos”, dijo.
Rebecca Jones tuvo una vida de superación constante, comenzó a estudiar la carrera de Actuación en la Universidad de California, de donde se graduó, época en la que trabajó como mesera para poder costear su carrera. Volvió a México a probar suerte y su primera incursión fue en el melodrama Muchacha de barrio, donde hizo una breve aparición.
A esa telenovela, dos años después siguió El amor nunca muere, posteriormente Maleficio y La traición, donde ya iba posicionándose como una de las grandes villanas de la época, pero su carrera se encumbró en la célebre novela Cuna de lobos, casi 40 años después de ese papel sigue siendo recordada como uno de los mejores antagónicos. En el melodrama dio vida a la malvada Vilma de la Fuente y compartió créditos con quien fue su esposo por más de dos décadas, Alejandro Camacho.
Ya en la década de los años 90, formó parte del elenco de La sonrisa del diablo e Imperio de cristal, ésta última un proyecto que hizo de la mano con quien fuera su esposo, Alejandro Camacho, y donde también actuó el recién fallecido Ignacio López Tarso.
Rebecca Jones solía decir que le gustaban los personajes con carácter, no importaba si era sobre personas buenas o malas, pero reconocía que generalmente los que le gustaban más eran los de villana, porque tenían “más carnita”.
Otras telenovelas en las que participó fueron Tengo todo excepto a ti, Para volver a amar y su último proyecto fue la serie televisiva Cabo. También formó parte del elenco de películas como Gringo mojado (1984), El misterio del Trinidad (2003), Tercera llamada (2013) y Suite deseo (2013), por mencionar algunas.
En los próximos días se le despedirá honrando toda su trayectoria y su gran sentido humano. “En próximos días nos uniremos a despedirla tal como fue su deseo. Gracias a todos los que estuvieron pendientes de la salud de Rebecca en todo momento. La historia nunca dice adiós. Lo que dice siempre es un hasta luego”, se detalló.