El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvedev, advirtió a los gobiernos del mundo que arrestar al presidente ruso, Vladimir Putin, sería una declaración de guerra.
A casi una semana de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de captura contra el líder del Kremlin por presunta deportación forzada de niños, el aliado de Putin sentenció que dicha escenario es casi imposible, de acuerdo con declaraciones a Interfax, pero ante los llamados de naciones para cumplimentar tal medida en caso de que el mandatario ruso pise su territorio elevó su postura en defensa del mandatario ruso.
Sostuvo que cualquiera que se atreva a detener al líder ruso se enfrentaría a consecuencias, pues tal acción equivaldría a “una declaración de guerra contra Rusia”, al acusar que Occidente busca desestabilizar a su país al aprovechar el conflicto entre Rusia y Ucrania, en el que el ocupante ya le arrebató cuatro territorios.
Medvedev puso como ejemplo a Alemania al asegurar que si dicha región lo arresta, pues ese gobierno aseguró que acatará la orden de la Corte Penal, Moscú dirigirá sus misiles y su arsenal contra el Bundestag, el parlamento alemán, y a la oficina del canciller, Olaf Scholz, quien intentó mediar este conflicto.
Previamente, Medvedev instó a los fiscales de La Haya a mantenerse alerta, pues un proyectil podría caer en su sede, por lo que los exhortó a mantenerse atentos y mirar al cielo, hecho que de inmediato condenaron líderes de la CPI y a nivel mundial ante una posible escalada en los ataques del régimen que invadió Ucrania y que ha cometido crímenes de guerra contra civiles, pues según información documentada por el país afectado y por especialistas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) éste trasladó de manera forzada a 16 mil niños, a quienes pretende reeducar como rusos.
Estas advertencias se dan cuando el Kremlin se dijo dispuesto a analizar la propuesta de paz de China, cuyo presidente, Xi Jinping, estuvo por tres días en la capital rusa.