Integrada en seis núcleos temáticos, “Interconexiones” de la escultora Yvonne Domenge (Ciudad de México, 1946-2019), con una minuciosa curaduría de Cristina Gálvez y Fernanda Muñoz Castillo, es una soberbia muestra del trabajo creativo de la artista, desde su primera pieza hasta la última, cuando estaba en plena madurez creativa.
El espléndido trabajo museográfico realizado por el Palacio de Cultura Citibanamex, convierte el recorrido en un espacio abierto en el que las voces del patio barroco del Palacio de Iturbide dialogan con la perfección de las piezas de Yvonne. Los arcos, pilares, pasillos y remates de cantera del inmueble se convierten en un escenario donde las esculturas danzan con ritmo y le confieren circularidad espacial a esta joya arquitectónica del siglo XVIII.
Nuestro andar por la exposición nos envuelve y caemos rendidos ante la estética de las más de 120 piezas: madera —las maderas de Yvonne—, bronce, acero inoxidable, resinas y fibra de vidrio. El riguroso proyecto curatorial contó con la asesoría del investigador Luis Rius Caso y nos ofrece también un recorrido didáctico.
Fue aguda observadora y tenaz estudiosa. La esfera como forma y fondo en el universo y la creación de la vida; los movimientos de Kepler; la geometría a la que se apasionó de la mano del rquitecto Agustín Hernández; la observación microscópica para dar visibilidad a lo no perceptible a simple vista, fueron algunas luces en su creación. La búsqueda formal de su trabajo siempre estuvo orientada por la voluntad de unir conocimiento y belleza —el arte y la ciencia—.
La profusión creativa de Domenge es la protagonista de esta exposición; destaco algunos momentos. Cicek de 450 cm —flor en turco—, obra monumental colocada en el centro del patio y que llama poderosamente la atención de los transeúntes de la peatonal avenida Madero, concebida a partir de su observación de los pisos sicilianos Cosmati; Custodias siderales, cautivadora instalación colgante exprofeso para el recinto, integrada por tres esferas de bronce con núcleo esférico que representan órbitas cruzadas. Para cerrar, Lirio de acero al carbón, una flor abierta con la que Domenge participó en el concurso de escultores de paisaje en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, metáfora perfecta de la esfera abierta que acoge al cosmos y a la vida —lo visible y lo invisible, presencia, ausencia—. El ciclo de la escultora terminó, pero la esfera se abre y cierra como un ciclo de eterno retorno.
La vida de Yvonne, cuya deslumbrante sonrisa y mirada traviesa siguen presentes en mi vida —tuve el privilegio de contar con su amistad y cariño—, fue pletórica de energía creativa. Su trabajo se encuentra en grandes instituciones y colecciones públicas y privadas del mundo.
“Interconexiones” se presenta en el Palacio de Cultura Citibanamex. Palacio de Iturbide, Madero 17, Centro Histórico de la Ciudad de México, hasta mayo próximo.