Los ataques realizados por Rusia con misiles en varias ciudades de Ucrania representan una «señal de debilidad», ya que las tropas rusas están siendo derrotadas, aseguró este martes el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
«Creo que lo que vimos ayer [el lunes] es en realidad una señal de debilidad, porque la realidad es que [las tropas rusas] no pueden avanzar en el campo de batalla. Rusia en realidad está perdiendo el campo de batalla», dijo el noruego Jens Stoltenberg.
En la visión de Stoltenberg, las tropas rusas «están cediendo territorio porque no tienen la capacidad de detener el avance de las fuerzas ucranias».
«La forma en que pueden responder es mediante ataques indiscriminados contra ciudades ucranianas, golpeando a civiles e infraestructura crítica», añadió.
Stoltenberg añadió que la alianza militar a duplicado su presencia naval en el Mar Báltico y el Mar del Norte, donde se registran fugas de gas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que conectaban a Rusia con Alemania.
Los gobiernos de Suecia y Noruega investigan lo ocurrido en esos gasoductos. Stoltenberg dijo este marte que se trató de «sabotajes», pero la alianza militar no ha atribuido formalmente responsabilidades por lo ocurrido.
La OTAN realizará el miércoles una reunión de nivel ministerial para pasar revista a su nivel de preparación nuclear, a raíz de las amenazas rusas de eventualmente utilizar armas atómicas para defender su territorio.
«No hemos visto ningún cambio en la postura de Rusia, pero nos mantenemos alerta», expresó Stoltenberg.
La OTAN realizará en la próxima semana su ejercicio anual de disuasión nuclear, llamado Steadfast Noon, un operativo que Stoltenberg consideró «entrenamiento de rutina».
Rusia inició el lunes ataques con misiles, desde bases terrestres y marítimas, contra varios objetivos en Ucrania, incluyendo instalaciones militares y de infraestructura.
La portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, apuntó que esos ataques dejaron por lo menos 12 civiles muertos y más de un centenar de heridos.
Estos ataques masivos por parte de Rusia ocurrieron después de una explosión que destruyó parcialmente un puente construido para conectar el territorio ruso con la península de Crimea, símbolo de la anexión rusa de Crimea en 2014.
El ejército ucranio y los servicios especiales de Kiev (SBU) no han confirmado ni negado su implicación en la explosión.