Si bien la cobertura de los servicios de salud en la Ciudad de México se aceleró con la pandemia de covid-19, la periferia de la capital sigue siendo un reto para las autoridades, tanto por la cantidad de población como por las distancias de hasta una hora para llegar a hospitales, unidades médicas o clínicas más cercanos.
A decir de la secretaria de Salud, Oliva López Arellano, los servicios prácticamente se duplicaron en la capital tanto en cuestión de la fuerza laboral y equipamiento, así como con la intervención en 22 unidades, que van desde la ampliación hasta construcción. Es el caso del Hospital General de Cuajimalpa que entrará en funciones en septiembre.
No obstante, la situación se vuelve problemática en las alcaldías Xochimilco, Tláhuac y Gustavo A. Madero, donde llegar a las unidades de salud implican recorridos de más de una hora, principalmente por el tránsito, o incluso por la cantidad de población, como en Iztapalapa, donde si bien hay varias unidades de atención “hay una gran cantidad de población”.
Datos del Consejo de Evaluación capitalino (Evalúa) de 2020 refieren que la demanda de servicios de salud de primer nivel es desigual entre las alcaldías. Por ejemplo, en Cuauhtémoc se estima una demanda potencial de 6 mil 657 habitantes por unidad médica, mientras en Iztacalco la demanda es de 32 mil 539, y en Iztapalapa de 28 mil 121. Es decir, Iztacalco tiene una demanda potencial de centros de salud pública cinco veces superior a la de Cuauhtémoc.
Si bien en la capital del país se requieren hospitales, López Arellano visualiza como reto el fortalecimiento del primer nivel de atención y el vínculo entre las comunidades y los servicios de salud.
“En el centro de la ciudad hay capacidad suficiente para atender a toda la población, mientras en las periferias todavía necesitamos estar reforzando y por eso el fortalecimiento de atención médica con 10 unidades equipadas que van a las colonias, las ferias del Bienestar que están en 30 colonias con multiplicidad de servicios, y los módulos de Salud en tu Vida que son itinerantes”, comentó la funcionaria.
Continúan las denuncias
En otro tema, como parte de las labores para poner orden en el sistema de salud, la Fiscalía General de Justicia abrió un total de 45 carpetas de investigación por presuntos actos de corrupción e irregularidades desde que inició la presente administración a la fecha.
Asimismo, han dado de baja temporal a personal sindicalizado o trabajadores que lucraban con la salud de los pacientes; por ejemplo, en lugar de ofrecer prótesis de manera gratuita les aconsejaban ir con particulares o empresas proveedoras cercanas a ellos.
“Sí hay un interés por corregir, aunque es complejo porque es una práctica muy arraigada que ha permeado la forma de funcionar de muchas unidades hospitalarias, (…). Sí quedan (huellas) de esas prácticas, pero se han reducido enormemente porque ha habido implicaciones, ha habido despidos, ceses, actas administrativas, personas investigadas en la Contraloría, denuncias penales”, dijo la secretaria de Salud.