Banco del Bienestar, entre irregularidades, opacidad y sospechas de corrupción

Considerado uno de los proyectos prioritarios del Presidente Andrés Manuel López Obrador para promover el acceso de la población vulnerable a servicios financieros, facilitar la dispersión de apoyos económicos de su gobierno y asegurar el acceso de la población mexicana a las remesas, el Banco del Bienestar enfrenta rezagos del 55 % en la construcción de sucursales, peor aún, opacidad y hasta posible corrupción en el manejo y asignación de los más de 19 mil millones de pesos que maneja la SEDENA desde el 2019 cuando empezó su proyecto de expansión para construir 2 mil 700 sucursales a lo largo del territorio nacional.

Adjudicaciones directas, donde 9 de cada 10 pesos fueron adjudicados sin competencia el año pasado por parte de la Secretaria de la Defensa Nacional, pero también contratos en el 2020, a empresas de reciente creación por 199 millones de pesos cuando tienen menos de un año de creadas.

“El proyecto del Banco del Bienestar carece de una planeación adecuada, lo que refleja irregularidades en la información, construcción a marchas forzadas, cancelación de contratos, riesgos de corrupción en la compra de bienes y servicios, mayores costos y desafíos operativos”, establece una investigación del IMCO.

El mayor riesgo de corrupción para Sedena –agrega–es precisamente la contratación de empresas de reciente creación, ya que en 2020 otorgó contratos por 199 millones de pesos a empresas que tenían menos de un año de existencia.

El IMCO advierte que los contratos realizados por la Sedena en el 2021, representan mil 906 millones de pesos, por lo que aún falta conocer en qué se gastó 74% del presupuesto restante, es decir, alrededor de4 mil 600 millones de pesos.

La investigación “Banco a la Deriva, análisis de las compras públicas del Banco del Bienestar”, elaborada por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) advierte que también hay proveedores que no aparecen en el Registro Único de Proveedores Contratistas (RUPC) lo que representa 21 mil 301 millones de pesos sin información completa y útil sobre los proveedores

Esto –advierte–implica un vacío de información acerca de los actores encargados de proveer bienes y servicios, lo que resulta más riesgoso en el contexto de grandes proyectos de infraestructura como la expansión del Banco del Bienestar que tan solo en tres años desde el 2019 al 2022 maneja recursos por mas de 19 mil 540 millones de pesos.

El RUPC incluye información relevante sobre los proveedores y contratistas del Gobierno Federal, como el historial de su contratación, actividad económica, objeto social, nacionalidad, experiencia, capacidad técnica, económica y financiera

La investigación establece que desde su creación, el Banco del Bienestar ha sido objeto de cuestionamientos sobre la construcción y los criterios de ubicación de las nuevas sucursales, así como la opacidad y falta de transparencia en los contratos y manejo de los millonarios recursos que se la asignan sin que rinda cuentas del todo.

De entrada, la investigación confirma que existe un rezago en la construcción de 55% de las sucursales a nivel nacional.

Incluso como ejecutora del plan de expansión del Banco de Bienestar, la Sedena adquirió bienes para todas las sucursales sin que estuvieran construidas en su totalidad.

De acuerdo con la meta planteada, la Sedena debía construir 2 mil 700 sucursales para finales de 2021. Sin embargo, a febrero de 2022 han sido construidas mil 212 sucursales, 663 están en construcción y 834 están pendientes de construir.

Advierte que no hay claridad ni continuidad en la meta de expansión de sucursales de este Banco, pues la meta de sucursales a construir, entre documentos oficiales y declaraciones, ha variado de 7 mil sucursales en 2021, a 2 mil 700 para el mismo año y 2 mil 744 para 2023.

Además, la a información sobre la construcción de las sucursales por parte de la Sedena no está disponible y menos es posible conocer cómo ha gastado esta dependencia los recursos para la construcción de las sucursales ni hay información disponible sobre el uso de recursos materiales y humanos para la construcción del Banco del Bienestar.

¿Y LOS RECURSOS?

En las compras de 2021 del Banco de Bienestar prevalece la adjudicación directa como modalidad de contratación, en muchos casos bajo el argumento de que no existen bienes sustitutos o solo hay un posible oferente.

Aunque existe la obligatoriedad de publicación de la información de compras públicas, tanto en la Plataforma Nacional de Transparencia como en Compranet, el nivel de publicación de los documentos es bajo. En 2021, 49% de los contratos de la Sedena y 26% del Banco del Bienestar incumplieron con la ley de transparencia.

El IMCO advierte que los contratos realizados por la Sedena en el 2021, representan mil 906 millones de pesos, por lo que aún falta conocer en qué se gastó 74% del presupuesto restante, es decir, alrededor de4 mil 600 millones de pesos.

Concentración de sucursales en el Centro

Aunque se supone que la mayoría de las sucursales deberían ubicarse en zonas de alta marginación y pobreza, al considerar el nivel de pobreza calculado por el Coneval y la ubicación de las sucursales en operación, se destaca que existe una concentración de sucursales en el centro del país:

De las 814 sucursales en operación, 37% (302) están concentradas en la Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Tlaxcala, Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes e Hidalgo.

Oaxaca y Chiapas, los estados con mayor cantidad de municipios con alta incidencia de pobreza, apenas registran un total de 126 sucursales (15%).

Los 26 municipios del país con mayor porcentaje de población en pobreza no cuentan, a la fecha, con ninguna sucursal del Banco de Bienestar en operación, 81% (mil 29) de los mil 267 municipios que presentan un nivel de pobreza igual o mayor al promedio nacional no cuentan con ninguna sucursal del Banco.

Ello mientras que los 26 municipios con menor porcentaje de pobreza tienen en conjunto ocho sucursales en operación.

La Crónica