La atención de los mercados financieros se centrará esta semana en el dato de inflación en Estados Unidos a noviembre y en la reunión de la Reserva Federal (Fed), en la que se espera que modere el ritmo de aumentos en la tasa de referencia.
El consenso de analistas espera que el banco central estadounidense aplique un ajuste de 50 puntos base en la tasas de los Fondos Federales el próximo miércoles, luego de cuatro incrementos consecutivos de 75 puntos, con lo que la tasa se ubicaría en un rengo de 4.25 a 4.50 por ciento. Además se esperan más movimientos a principios del próximo año, hacia niveles cercanos al 5.0 por ciento.
Los analistas también prevén un ajuste similar por parte del Banco de México para el próximo jueves, de 50 puntos base, con lo que la tasa de referencia se ubicaría un nivel máximo histórico de 10.5 por ciento.
“La atención se centrará en la reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) y esperamos que la Fed aumente el rango objetivo para la tasa de Fondos Federales en 50 puntos base a un rango de 4.25 a 4.50 por ciento. El alza no se detendrá ahí, y esperamos que la Fed vuelva a subir los tipos a principios del próximo año”, indicó Ryan Sweet, economista en jefe de Estados Unidos de Oxford Economics.
Bob Schwartz, economista sénior de la firma de análisis, consideró que lo más importante será hasta qué punto la Fed espera aumentar las tasas el próximo año. “Esperamos que los funcionarios de la Fed eleven su estimación de la tasa terminal de los Fondos Federales a alrededor del 5 por ciento, más alta que nuestra previsión de un máximo del 4.75 por ciento”, dijo.
También serán relevantes los comentarios del presidente de la Fed, Jerome Powell, posterior al anuncio de política monetaria.
Analistas de Barclays también prevén que la inflación al consumidor de noviembre se ubique en 7.2 por ciento, que se revelará mañana, por debajo del 7.7 por ciento de octubre.
“Dado que los datos sobre la actividad continúan sugiriendo que las alzas de la Fed han tenido un impacto limitado en la actividad económica hasta la fecha, creemos que el FOMC acompañará el movimiento de tasas con un gráfico dot plot más agresivo”, indicaron.
Los precios en el mercado de futuros muestran que la tasa de política de la Fed alcanzó un máximo de alrededor del 4.9 por ciento en la primera mitad de 2023. Eso significa que todavía hay espacio para que la Fed eleve las tasas mientras siguen los precios obstinadamente altos, según Carson Investment Research.
Bolsas, a la expectativa
Los principales índices de Wall Street acumularon bajas moderadas en la semana previa, pues los inversionistas apuestan a que los datos económicos mixtos no serán suficientes para disuadir a la Fed de reducir su apretamiento monetario.
El Nasdaq lideró las pérdidas en Wall Street la semana pasada, con una pérdida en el periodo de 3.99 por ciento, seguido del S&P 500 con 3.37, y el Dow Jones, con caída de 2.77 por ciento.
“Aún existe mucha especulación respecto a los niveles terminales de la tasa de interés. Para el caso de la Fed, la expectativa para el nivel terminal fluctúa alrededor del 5.0 por ciento”, indicó Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base. Agregó que algunos miembros de la Fed se han pronunciado en favor de que la tasa se ubique por encima de ese nivel.
Don Rissmiller, economista en Strategas Research, dijo a Bloomberg que, “en pocas palabras, la Fed ya ha aceptado el hecho de que es probable que corran el riesgo de una recesión, para anclar la inflación a más largo plazo. El trabajo no está hecho. Los aumentos de tasas probablemente pueden disminuir a 50 puntos básicos, pero aún estamos considerando un ajuste de la política, y permanecer ajustados, en 2023″.
En la Bolsa Mexicana de Valores, su principal índice, el S&P/BMV IPC retrocedió 1.50 por ciento, mientras que la Bolsa Institucional de Valores cedió 1.49 por ciento.
En el mercado cambiario la divisa mexicana finalizó el viernes en 19.7787 unidades, que implicó un retroceso semanal de 1.85 por ciento y con ello ligó dos semanas con retrocesos.
Siller explicó que la pérdida del peso fue por un fortalecimiento de la divisa estadounidense, ante anticipación al anuncio de política monetaria de la Fed, y por una disminución en las apuestas netas a favor en el mercado de futuros de Chicago.