El secretario estadunidense de Estado, Antony Blinken, en una inusual llamada telefónica con su homólogo ruso, Sérguei Lavrov, expresó ayer “la preocupación” de Estados Unidos por la detención del periodista Evan Gershkovich, y exigió su “liberación inmediata”, al añadir a la demanda la libertad de Paul Whelan, otro estadunidense recluido en ese país.
En el intercambio, Lavrov afirmó que Gershkovich –que trabaja para el Wall Street Journal– había intentado “recibir información secreta” cuando fue arrestado la semana pasada.
“Bajo la cubierta de su estatuto de periodista, estaba recolectando información clasificada como secreto de Estado”, dijo el canciller ruso a Blinken.
Durante la llamada el funcionario de Washington “expresó la gran preocupación de Estados Unidos por la inaceptable detención en Rusia de un periodista estadunidense”, informó el vocero del Departamento de Estado, Vedant Patel.
“El secretario de Estado pidió su liberación inmediata” y también exigió que fuera liberado Whelan, preso en Rusia desde 2018 por cargos de espionaje, agregó Patel.
Lavrov indicó que será un tribunal el que determine el futuro del reportero, de acuerdo con un comunicado del ministerio ruso de Relaciones Exteriores.
Durante la conversación “se subrayó que los funcionarios en Washington y los medios occidentales deben abstenerse de generar bombo mediático para darle a este caso un tinte político”, agregó la cancillería rusa.
El presidente estadunidense, Joe Biden, reclamó el viernes a Rusia la liberación de Gershkovich, sin retomar los llamados de la redacción del Wall Street Journal a expulsar a los periodistas rusos de Estados Unidos.
En tanto, Evgueni Prigozhin, líder del grupo paramilitar ruso Wagner, reivindicó la toma “en sentido legal” de Bakhmut, en el este de Ucrania, y afirmó que el edificio administrativo de la ciudad estaba bajo control ruso, sin embargo, el ejército ucranio lo negó.
“En sentido legal, Bakhmut ha sido tomada. El enemigo está concentrado en las áreas del oeste”, declaró Prigozhin en Telegram.