El arbitraje mexicano atraviesa una crisis que es difícil de ocultar. Incluso, la introducción del videoarbitraje (VAR) a la Liga MX en 2018 vino a agravar la situación, pues tal parece que los árbitros dependen en demasía de esta herramienta, dejando a un lado el criterio propio.
El ejemplo más reciente sucedió este fin de semana con malas actuaciones en el clásico tapatío entre Chivas y Atlas y en el juego entre Cruz Azul y Toluca; sobre todo en este último, donde el silbante Fernando Hernández tuvo varias equivocaciones, pese a tener la ayuda del VAR.
Su primera jugada polémica fue en el gol del empate de Cruz Azul a dos goles; el colegiado dejó pasar la acción sin sancionar nada, a la espera que el VAR le indicara si era valido el tanto de Rodrigo Huescas o había una falta previa de Rotondi, manteniendo la incertidumbre por unos minutos.
Sin embargo, lo peor vino después, con un penalti mal sancionado a favor de los Diablos y en el que expulsó de manera errónea a Sebastián Jurado, quien en un movimiento natural del cuerpo, terminó por cometerle una plancha a un adversario –sin intención, pues su mirada estaba al frente– después de rechazar un balón por aire.
Esa decisión, en la que se apoyó en el VAR, repercutió en la derrota de Cruz Azul, que apeló ayer la roja de Jurado, obteniendo una resolución favorable a las pocas horas por lo que podrá jugar este miércoles ante Tijuana. Sí, la manera más clara en la que se admite el error de Fernando Hernández.
“VAR, malparido en México”
La situación del arbitraje ha generado un sinfín de debates, al grado que hace unos meses Arturo Brizio tuvo que dejar la presidencia de la Comisión de Arbitraje para darle paso a Armando Archundia, pero hasta el momento no se percibe una mejora en el nivel de los silbantes.
Para el polémico y crítico Bonifacio Núñez, quien fue silbante por más de 20 años en la Primera División, la llegada del videoarbitraje vino a “desnudar” las falencias que existen de los árbitros en estos momentos en la Liga Mx.
“(El VAR) fue malparido aquí en México y vino a poner en evidencia el trabajo de los árbitros, los desnudó y así vemos decisiones como las de ayer (domingo) que son incomprensibles que propicien la credibilidad en el árbitro, el cual no tiene disciplina. El protocolo del VAR no fue bien aprendido, se tenía que usar el juguetito porque era muy caro. Esta herramienta (VAR) fue creada para que hubiera justicia deportiva y se debe usar cuando hay un error claro manifiesto del árbitro: penal, expulsión, gol, incidente grave o identificación de un jugador, y desafortunadamente a veces el criterio del VAR y el árbitro es diferente, pero si después de ver el monitor el árbitro, quien es el responsable y es quien tiene última palabra, comete un error es porque no está bien aprendido”, dijo Bonifacio a MILENIO-La Afición.
Sobre la jugada de Sebastián Jurado, Bonifacio Núñez indicó que: “Me da la impresión de que nunca hubiera arbitrado el señor ése (Fernando Hernández); Jurado siempre ve el balón y despeja, ¿dónde quieren que ponga el pie?, ¿dónde quieren que caiga?, circunstancialmente le pega el pisotón al jugador de Toluca, lo llama el VAR y es porque hay un error claro y manifiesto que no se percata, pero es un jalón sobre Rivero y lo derriban, pareciera haber tendencia pero es falta de criterio, de interpretación a la regla”.
Sin procesos de formación
Las malas actuaciones arbitrales no son nuevas en el futbol mexicano, esta situación se debe a que no ha existido un buen proceso de formación de colegiados, así lo indicó Bonifacio Núñez.
“El problema no es de apreciación, sino de aplicación e interpretación de la regla. Esto no es de ayer es de hace muchos años donde desafortunadamente no ha habido la suficiente capacitación o el proceso de formación de un árbitro, desafortunadamente los federativos pusieron al frente de la Comisión de Árbitros a gente que no tenía ni la mínima idea de lo que es la infraestructura arbitral. ¿Qué pasó? llegaron los cuates de los cuates de los otros cuates; hay mucha improvisación y ahora viene ese caos, por eso vemos que se ha perdido la credibilidad del arbitraje y son menospreciados, vejados e insultados por los jugadores, cuerpo técnico y directivos. Los federativos los hicieron profesionales pagándoles muy bien y propiciaron que se hicieran mercenarios, ya no buscan la superación, ser mejores día a día, ahora se dedican a hacer relaciones públicas, el arbitraje está en el abismo, vemos en cada jornada decisiones que no se aplica bien la regla, está muy mal el arbitraje y me da tristeza”.