Existe una enorme variedad de hongos, entre los que se encuentran las levaduras, los mohos y las setas. La mayoría son imperceptibles como las levaduras y los mohos, existen otros que se pueden observar a simple vista como los champiñones. Viven en una gran variedad de hábitats, incluyendo los desiertos, los acuáticos, la materia muerta e incluso el organismo humano.
Los hongos son muy importantes en la naturaleza ya que son los responsables de descomponer desechos y redistribuir sus componentes en los ecosistemas terrestres.
Los seres humanos utilizamos sus propiedades para elaborar quesos y bebidas alcohólicas como la cerveza. Además, gracias a su poder descomponedor podemos mantener a raya a las bacterias, lo que nos ha permitido fabricar antibióticos.
Normalmente los hongos conviven en armonía con el organismo humano. Solo unas cuantas especies afectan a los humanos por envenenamiento, reacciones alérgicas o infecciones, comenta Edith Sánchez Paredes, investigadora del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Aclara que a estas infecciones se les conoce como micosis. Un área de la medicina, conocida como micología médica, estudia este tipo de enfermedades en los seres humanos. De las micosis más comunes son las conocidas como Tiñas, que afectan la piel y sus anexos (uñas y pelo). Las lesiones en la piel son generalmente circulares y pueden asemejar al contorno serpentino de una serpiente o un gusano.
Sin embargo, aunque la mayoría de las personas estamos expuestas a un gran número de hongos, estos son normalmente eliminados por el organismo. Por lo general, las infecciones por hongos se desarrollan en personas cuyo sistema inmunitario está debilitado por otras enfermedades, como las personas que viven con SIDA, con cáncer, diabetes o alguna enfermedad autoinmune.
Entre los organismos que también pueden producir infecciones superficiales están las levaduras del género Cándida, un hongo que normalmente es parte de la biótica de nuestro organismo. Cuando se presenta una baja de defensas o un desequilibrio en la comunidad microbiana del organismo de una persona, se reproduce rápidamente y ocasiona lesiones en la piel o en las mucosas, por ejemplo, el algodoncillo en la boca, o lesiones en la mucosa vaginal o incluso puede afectar las uñas causando onicomicosis.
CÁNDIDA MORTAL.
Existen varias especies de Cándida. Una de ellas es C. auris. Fue detectada por primera vez en Japón en el 2009 y en nuestro país el primer caso se registró en el 2020. Este hongo es causante de infecciones graves del torrente sanguíneo, que pueden llegar a ocasionar la muerte del paciente.
Uno de los principales problemas para combatir esta levadura es que es resistente a los medicamentos, es decir, los antimicóticos que normalmente se utilizan para tratar otras infecciones por Cándida frecuentemente no tienen efecto en la especie auris. Otro problema es que es difícil de identificar ya que se parece mucho a otras especies por lo que los medios tradicionales no funcionan y son necesarios estudios muy especializados.
La investigadora afirma que actualmente su grupo de investigación está realizando estudios para evaluar pruebas de diagnóstico que permitan un diagnóstico temprano en pacientes con riesgo de desarrollar este tipo de infecciones, y de esta manera poder instaurar un tratamiento profiláctico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en 2022 una clasificación de los hongos que amenazan a la salud humana. Este organismo elaboró una lista con 19 enfermedades, entre ellas cuatro que calificó como “prioridad urgente”; en conjunto son las responsables del fallecimiento de 5 millones de personas al año. Cándida auris es uno de ellos.
PRIMERO DIGIEREN, DESPUÉS INGIEREN
Por mucho tiempo se creyó que los hongos eran plantas; sin embargo, no realizan la fotosíntesis, Es decir, no convierten el agua, el carbono y la energía solar en alimento como lo hacen las plantas. Tampoco son animales, ya que no tienen órganos de los sentidos y no pueden desplazarse. Forman un mundo aparte, Reino Fungi, uno de los cinco reinos de los seres vivos.
Una de las características que más llaman la atención es su forma de alimentación. Al revés de los animales, que primero ingieren y después digieren, los hongos “primero digieren y después ingieren”.
Mediante la producción de una serie de enzimas degradan la materia orgánica, y, una vez digerida, la ingieren, la absorben.