Chilpancingo se ha visto envuelto en una nueva ola de violencia en las últimas semanas luego de que su exalcalde, Alejandro Arcos Catalán, fuera decapitado el domingo 6 de octubre tras haber ido a una reunión a Petaquillas, municipio controlado por el narcotráfico.
El grupo del crimen organizado conocido como Los Ardillos se habría apoderado de la región de Petaquillas durante el sexenio del expresidente López Obrador, de acuerdo con Raymundo Riva Palacio en su columna para El Financiero, “Morir en Petaquillas”
“El gobierno de Andrés Manuel López Obrador le entregó la región al grupo criminal Los Ardillos, fundado por un expolicía, Celso Ortega Rosas, que heredó el negocio a sus hijos Celso y Antonio Ortega Jiménez”, escribió Riva Palacio este miércoles.
Según detalló el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, Alejandro Arcos Catalán habría salido el domingo de Chilpancingo, sin que nadie lo acompañara; sin embargo, su muerte se sumaría a los hechos de violencia que han afectado al pueblo de Petaquillas por parte del narcotráfico.
Días antes, el secretario general de Gobierno de Arcos, Francisco Tapia, también había sido asesinado.
Fue en junio del 2022, que la muerte de un distribuidor de pollo en los pasillos de los locales de carne, pescado y pollo del Mercado Central Baltazar R. Leyva Mancilla desató el bloqueo de carreteras por parte de los pobladores, quienes privaron de su libertad a unos 25 soldados y policías que estaban realizando patrullajes en la zona, y tomaron cautivo por 10 horas a Francisco Rodríguez Cisneros, subsecretario de Gobierno en la administración de Evelyn Salgado.
Gabinete de Seguridad de AMLO sabía de la presencia de ‘Los Ardillos’ en Chilpancingo
Riva Palacio indicó que, pese a que el gabinete de seguridad de López Obrador tenía conocimiento de que esa zona estaba controlada por Los Ardillos y que estaban sufriendo una embestida de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero, el gobierno de AMLO accedió a las exigencias del cártel.
“El jefe militar retenido fue autorizado para firmar un documento donde se comprometían a dejar libre el corredor Petaquillas-Quechultenango, un municipio donde había sido alcalde el hijo político del fundador de Los Ardillos, y que pudieran instalar retenes para protegerse de la violencia”, según el artículo.
En este sentido, el columnista señala que, tras el asesinato del distribuidor de pollo, el cual estaba bajo las órdenes del cártel Los Tlacos, grupo que estaba disputando la plaza de Chilpancingo a Los Ardillos, inició de lo que se caracterizó como “la guerra del pollo”.
“La violencia escaló con el empoderamiento que habían recibido Los Ardillos del gobierno federal, pese a que en Guerrero el exgobernador Héctor Astudillo y su sucesora, Evelyn Salgado, por la vía de su padre, el senador Félix Salgado Macedonio, habían apostado por el fortalecimiento de Los Tlacos”, apuntó.
La violencia criminal en Guerrero y en la capital Chilpancingo ha ido en aumento en los últimos años, con disputas constantes de grupos del crimen organizado por el control territorial para el trasiego de drogas, extorsión y otros delitos.