El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó el jueves el tiroteo masivo «sin sentido y trágico» en Maine, en el que murieron 18 personas, y pidió a sus rivales republicanos que respalden la prohibición de las armas de asalto.
«Hoy, tras otra tragedia más, insto a los legisladores republicanos en el Congreso a cumplir con su deber de proteger al pueblo estadunidense. Trabajen con nosotros para aprobar un proyecto de ley que prohíba las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad», dijo el presidente demócrata.
Biden ordenó que las banderas de la Casa Blanca y todos los edificios gubernamentales ondeen a media asta tras el tiroteo.
Biden dijo en un comunicado que la medida era «una muestra de respeto por las víctimas de los actos de violencia sin sentido» en la pequeña ciudad de Lewiston, el tiroteo masivo más mortífero de este año en Estados Unidos.