La Corte Suprema de Estados Unidos, de mayoría conservadora, invalidó una medida clave del presidente demócrata Joe Biden para cancelar parte de la colosal deuda estudiantil.
El tribunal dictaminó, por una mayoría de seis de los nueve magistrados, que el gobierno se extralimitó en sus funciones al adoptar este costoso programa sin autorización explícita del Congreso.
El gobierno «anuló unos 430.000 millones en préstamos federales, borrando por completo la deuda de 20 millones de prestatarios y rebajando la cantidad media adeudada por otros 23 millones, de 29.400 dólares a 13.600 dólares», señala el magistrado conservador John Roberts en nombre de la mayoría.
«El tema aquí no es si debe hacerse algo, es quién tiene autoridad para hacerlo», estima.
«Entre las competencias más importantes del Congreso está su control del monedero», escribió Roberts.
Este fallo supone un duro revés para el presidente de 80 años, que aspira a su reelección en 2024 y cuenta para ello con el apoyo de las clases populares.
Biden discrepa «fuertemente» con este fallo y «lo dejará claro» más tarde, afirmó una fuente de la Casa Blanca que pidió el anonimato.
Pero sobre la sentencia apunta un golpe al bolsillo de millones de estadounidenses.
En Estados Unidos la enseñanza superior es muy cara y casi 43 millones de personas piden préstamos estudiantiles federales por un total de 1,630 billones de dólares.
Al comienzo de la pandemia, el gobierno del expresidente republicano Donald Trump congeló el reembolso de estos préstamos en virtud de una ley de 2003 que le permite «aliviar» a los titulares de deudas estudiantiles en caso de «emergencia nacional».
Esta medida, que se ha prorrogado ininterrumpidamente hasta la fecha, expira el 31 de agosto.