Cruz Azul sumó otra derrota en el Apertura 2023 y esta vez como local, ante Gallos de Querétaro 3-1 en la actividad de la Jornada 9, celebrado en el Estadio Azteca.
Pese a empezar el encuentro buscando hacer daño con un servicio largo sobre Uriel Antuna, Cruz Azul fue sorprendido por su rival queretano, quien, con base en su habilidad, fue peligroso durante la primera mitad, sobre todo en sus ataques por los costados.
Una escuadra perdida en su propio campo
El primer aviso de los visitantes llegó, al minuto 6, en un remate de cabeza de Miguel Barbieri, que atajó muy oportunamente Andrés Gudiño. Y después, en un tiro de esquina que el colombiano José Zuñiga no sabe definir.
La Máquina apenas pudo responder, al 17’, en un tiro centro de Didier Cambindo, que no llegó a rematar Rodolfo Rotondi, siendo la más clara hasta ese momento de una escuadra que no se acomodaba en su propio campo
Los cementeros se volvieron a salvar, al 23’, en un desborde por derecha de Pablo Barrera, que, de manera milagrosa, no tuvo receptor ni mucho rematador. Y al 31’, en un servicio de Ettson Ayón que el mismo Zuñiga no pudo definir.
En los minutos finales del primer tiempo, Cruz Azul pudo reaccionar de manera tenue. En disparos aislados, primero al 41’, de Charly Rodríguez, y al 45’, de Ignacio Rivero que se agregó al ataque.
Esa inercia le bastó para abrir el marcador, al 45+5’, cuando en una serie de desbordes de Moisés Vieira, manda un servicio que remata Rotondi antes del descanso.
¿Cruz Azul puede ser un equipo competitivo en Torneo Apertura 2023?
Pero Querétaro supo responder apenas salió del vestidor, y al 49’ Raúl Sandoval aprovechó un servicio desde la derecha y con disparo potente en el área, hizo el 1-1, en remate que no supo resolver Gudiño ante la sorpresa de la zaga.
La defensa no tuvo su mejor tarde y dejó espacios de nuevo en el 2-1, al 77’, donde José Zúñiga se metió al área para definir. Y el puntillazo final, al 86’, que el recién ingresado de Nicolás Cordero.
El entusiasmo que mostraron los dirigidos por Joaquín Moreno en los minutos finales no fue suficiente para darle vuelta al partido de un equipo, que todavía está lejos de ser competitivo.