El futbol mexicano ha sufrido un retroceso importante, como sucedió en Qatar, advierte Ángel Cappa, ex entrenador argentino y analista de este deporte desde las coordenadas de lo social y lo político. El tricolor no había sido eliminado en primera fase de un Mundial luego de Argentina 1978, el de este año fue un tropiezo que dejó al descubierto el estado del balompié de un país que será uno de los anfitriones en la Copa FIFA de 2026.
“No puede negarse que hubo un crecimiento del futbol mexicano”, comenta Cappa en alusión a las actuaciones del Tri en la década de los noventa.
“Desde mi perspectiva, ese crecimiento se da con la llegada de César Luis Menotti, quien impregnó de personalidad al equipo; después llegaron otros que continuaron por ese camino como Miguel Mejía Barón, Manuel Lapuente, entre otros”, sostuvo.
Menotti asumió la dirección técnica del tricolor después de la sanción que impidió asistir a Italia 1990 por el escándalo de los “cachirules”. Ese, para muchos, fue el despegue de una era distinta en el futbol mexicano.
“En esa época los mejores jugadores estaban en Chivas”, recuerda Cappa; “había una cantera que producía buenos futbolistas, pero ahora eso ha dejado de ocurrir”.
Señala que si el futbol mexicano se ha despertado a una realidad donde ha perdido lo que consiguió en décadas, a una regresión franca a nivel internacional, es por el descuido de los dueños del negocio.
“Ese retroceso es culpa de los dirigentes”, afirma Cappa; “ellos son los responsables directos por concentrarse sólo en el negocio, sin poner el mínimo interés en la calidad deportiva. Sólo les interesaron las ganancias y eso ha salido bien, pero no el crecimiento del futbol mexicano”.
El principal problema es la gran cantidad de jugadores foráneos que permite la federación mexicana, explica. Si registran hasta 10 no nacidos en este país y alinear a ocho formados en otras latitudes, puede darse el caso de partidos donde 16 de los 22 futbolistas sean de fuera. El torneo deja poco espacio al talento local.
“Ahora, con la cantidad de extranjeros que se permiten en los equipos, los jugadores mexicanos tienen cada vez menos lugar”, plantea; “no tienen condiciones para desarrollarse, un espacio para crecer. Y de dónde se va a nutrir la selección si los jugadores locales están ocultos por la cantidad de extranjeros que existen en cada equipo”.
A esto añade el impacto sensible que tuvo la salida de México de las competencias de Conmebol, tanto de selecciones como de clubes, para concentrarse en competencias de menor nivel en la Concacaf.
“Eso lo aisló. Le quitó roce con futbol de categoría y esa fue otra de las causas de perder lo ganado”.