El segundo debate de los aspirantes republicanos a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 se llevó a cabo este miércoles en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan, en Simi Valley, California. A pesar de la ausencia del expresidente Donald Trump, los siete participantes se unieron en sus críticas al Gobierno de Joe Biden.
Durante el evento, no se abordaron las cuatro causas penales que enfrenta el expresidente conservador, quien sigue siendo el gran favorito para competir nuevamente con Biden, según una encuesta de The Washington Post y ABC News.
Los siete aspirantes republicanos que participaron en el debate fueron el exvicepresidente de EU, Mike Pence; el gobernador de Florida, Ron DeSantis; el empresario, Vivek Ramaswamy; la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley; el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie; el senador de Carolina del Sur, Tim Scott y el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum.
En el debate, Chris Christie aludió a Trump, acusándolo de «esconderse tras las paredes de su club de golf para no responder a preguntas», mientras que DeSantis opinó que el exjefe del Ejecutivo se encuentra «desaparecido en combate».
Biden, enemigo común
Los aspirantes republicanos tenían claro que su enemigo común era Joe Biden. Desde el primer minuto, criticaron al actual presidente estadounidense y su presencia en la huelga de trabajadores de la automoción en Detroit.
La migración a través de la frontera con México fue uno de los ejes del debate, relacionándola con la crisis de consumo de fentanilo en el país y la necesidad de ampliar el muro con México.
Ramaswamy calificó como «queso suizo» a la frontera y, por su parte, DeSantis puso vehemencia sobre el fentanilo prometiendo que utilizará a militares estadounidenses «contra los carteles mexicanos», sin especificar si sería capaz de enviarlos a suelo mexicano.
Nikki Haley se comprometió a desplegar 25,000 agentes fronterizos más para «contener» la entrada de «seis millones de personas indocumentadas». También se discutió la economía estadounidense y la inflación, con Haley destacando la importancia de la transparencia.
Chris Christie se enfocó en la relación con China y los problemas en la sociedad estadounidense: «La división entre familias de todo el país es un problema que debemos resolver. Como presidente, buscaré unificar a nuestra nación».
En cuanto a temas sociales, hubo menciones a los derechos reproductivos y la libertad sexual, pero destacó la declaración de Ramaswamy sobre la transexualidad.
«La transexualidad, especialmente en niños, es un tema delicado. Debemos abordarlo con sensibilidad y cuidado, considerando la salud mental de todos los involucrados», dijo Ramaswamy
Por su parte, DeSantis también habló de «empoderar a los padres» en casos relacionados con la identidad de género de los menores. Y también sobre el papel de EU en al ámbito geopolítico: «Necesitamos enfocarnos en compañías que producen en América y apoyarlas, no ayudar a las que ayudan a China. Recuperaremos un poder real en el Indopacífico».
Según la media de encuestas elaborada por la web FiveThirtyEight, por detrás de Trump (55,1 %), el gobernador de Florida es el que más posibilidades acapara para la nominación republicana con el 13,3 % de las intenciones de voto, seguido de Ramaswamy (6 %) y Haley (5,9 %).
Ucrania, motivo de diferencias
La Guerra de Ucrania volvió a evidenciar la división entre los candidatos. DeSantis y Ramaswamy se opusieron a entregar un «cheque en blanco» y seguir financiando al gobierno de Volodímir Zelenski, argumentando preocupaciones sobre la efectividad y el uso de los fondos.
Por otro lado, Christie alegó que «si no se defiende Ucrania ahora, la siguiente será Polonia», enfatizando la importancia de la solidaridad con aliados estratégicos.
El debate se reservó para los minutos finales otra puya de DeSantis contra Trump porque, según el gobernador de Florida, «las encuestas no son las que eligen a los presidentes, sino los votantes».
Mientras tanto, en las cercanías del debate, un centenar de votantes conservadores demostró su apoyo al expresidente Trump, quien sigue siendo una figura influyente en la política estadounidense.