En las calles de Leawood, ciudad próspera de Kansas, numerosas pancartas electorales adornan los jardines: este estado del medio oeste se prepara para la primera votación importante sobre el aborto desde que la Corte Suprema de Estados Unidos anulara el derecho federal a la interrupción del embarazo.
Los habitantes de Kansas votarán el martes para decidir si se retira o no el derecho al aborto de la Constitución de este estado tradicionalmente conservador.
Los que quieren el cambio -partidarios del “sí”- afirman que permitiría a los legisladores regular la interrupción legal del embarazo sin injerencia de la justicia.
“Esto restablece simplemente nuestra capacidad para conversar”, afirma Mackenzie Haddix, vocera del movimiento “Value Them Both” (Valóralos a Ambos), entidad que busca acabar con las protecciones constitucionales derivadas de una decisión de 2019 de la Corte Suprema de este estado.
“Los habitantes de Kansas podrán entonces unirse (…) para lograr un consenso”, afirmó a la AFP el sábado por la mañana durante un acto.
Prohibir el aborto no es el objetivo oficial de la campaña de esta entidad.
Varios partidarios del “sí” ven que esta posición es el primer paso para que el parlamento estatal, controlado por los republicanos, prohíba esta práctica, como ya han hecho ocho estados del país desde la decisión de la Corte Suprema de anulara en junio su fallo histórico de 1973 del caso Roe v. Wade.
Los partidarios del “no” observan con ansiedad los estados vecinos de Misuri y de Oklahoma que impusieron restricciones casi totales (El primero incluso prohíbe el aborto en casos de violación o incesto).
En Kansas, un congresista conservador local presentó este año un proyecto de ley que contempla vedar el aborto sin excepción, ya sea por violación, incesto, o para proteger la vida de la madre.
Hasta ahora el aborto es legal en Kansas hasta las 22 semanas de embarazo. Las menores necesitan autorización de sus padres.
“¡A fin de cuentas, la enmienda retira este derecho a la autonomía personal del que se benefician todos los habitantes de Kansas!”, dijo a la AFP Ashley All, vocera de la campaña por el “no” de “Kansas Constitutional Freedom” (KCF).
“Y que estemos en capacidad de tomar decisiones sobre nuestro cuerpo, nuestras familias, nuestro futuro sin injerencia del gobierno es un derecho”.
La votación coincide con las primarias en Texas y será la primera vez en que los estadounidenses se expresen sobre el aborto después de la decisión de la Corte Suprema.
Otros estados, entre ellos California y Kentucky, votarán sobre este tema en noviembre, a la par de las elecciones para el Congreso de mitad de mandato, durante las cuales republicanos y demócratas esperan movilizar a sus partidarios en torno al aborto.
Anne Melia, voluntaria en la campaña a favor del derecho al aborto KCF, recorrió Leawood el jueves para defender su causa.
“No creo que el gobierno deba decirle a las mujeres lo que deben hacer”, explicó esta activista de 59 años.
Christine Vasquez, de 43 años, dice que piensa votar “sí” con la esperanza de poder decidir en el futuro sobre el aborto.
“Votaré porque no haya ningún aborto, pienso que la vida comienza desde la concepción”, dijo a la AFP.
En pleno debate sobre el aborto, el país tendrá los ojos clavados en Kansas el martes.
Los demócratas son en gran medida favorables al aborto, mientras que los conservadores los son de poner trabas a esta práctica, cuando no prohibirla.
Pero la realidad política de Kansas es compleja. El Partido Republicano ha ganado ininterrumpidamente desde 1964 en las presidenciales, 15 elecciones seguidas.
Pero el condado más poblado del estado eligió a un demócrata, Sharice Davids, a la Cámara de Representantes en 2018; y la gobernadora, Laura Kelly, es demócrata.
En cuanto a los puntos de vista sobre el aborto, una encuesta de 2021 de la universidad estatal Fort Hays reveló que menos del 20% de los ciudadanos de Kansas considera que el aborto debe ser ilegal en casos de violación o incesto.
La mitad cree que el estado no debe legislar sobre las circunstancias en que las mujeres pueden abortar.