Elecciones del 2024, clave para que México atraiga inversiones de EU: Morgan Stanley

«La dirección de las políticas públicas tendría que orientarse a dar seguridad a las inversiones, fortalecer el Estado de Derecho, dotar de confiabilidad a la infraestructura y apuntalar las habilidades del capital humano”. Morgan Stanley

Para que México pueda aprovechar el potencial del nearshoring, que es la relocalización de empresas estadounidenses en la cadena de suministro, y sacarlas de China, “la dirección de las políticas públicas tendría que orientarse a dar seguridad a las inversiones, fortalecer el Estado de Derecho, dotar de confiabilidad a la infraestructura y apuntalar las habilidades del capital humano”, advirtieron estrategas del banco de inversión Morgan Stanley.

Enfatizaron que la llegada de nuevas empresas estadounidenses con inversiones productivas, consecuencia de su salida de China, tomará de tres a cinco años, un lapso que coincide con las elecciones presidenciales en México del 2024 y sus primeros años de gestión.

“Es necesario orientar las políticas públicas a la seguridad de las inversiones, la solidez del Estado de derecho y un camino hacia la confiabilidad de la infraestructura (especialmente a medida que México se acerca a sus elecciones presidenciales del 2024) para que el país pueda capturar el potencial del nearshoring”, consignaron.

Al interior de un reporte, titulado La oportunidad del nearshoring para México y los retos de una nueva era geopolítica, estimaron que las exportaciones mexicanas pueden aumentar el mercado en 155,000 millones de dólares, que es poco más de 10% del PIB, durante un lapso de cinco años.

Esto incluye ganancias en sectores bien establecidos y en otros asociados a las tendencias dentro del Tratado Comercial con Estados Unidos y Canadá.

En el análisis reconocieron que hay dos olas separadas de oportunidades que surgen de esta relocalización de empresas. La primera, que ya se está presentando, donde se ha acelerado el crecimiento de los ecosistemas existentes, es decir, empresas que ya están en México, particularmente en el norte del país y que están fortaleciendo su presencia.

Mientras la segunda ola consiste en el surgimiento de nuevos ecosistemas donde se fortalecería participación exportadora y manufacturera de México. El reto será prepararse para estar en las mejores condiciones de recibirla.

T-MEC y seguridad, concluyentes

La segunda ola (del nearshoring) aún está por verse, matizaron los estrategas. Creemos que dependerá de varias señales que se aproximan, incluido el progreso en las disputas del Tratado de Comercio con Estados Unidos y Canadá, las elecciones presidenciales de México en el 2024, las perspectivas de seguridad, el espacio del sector energético, la transición a los vehículos eléctricos y el impacto de la reducción de la inflación en la industria automotriz.

Agregaron el impacto de la Ley de reducción de la inflación en la industria automotriz de Estados Unidos, las inversiones de capital en la industria del acero, las elecciones del Congreso de Estados Unidos, los mercados laborales de aquel país, eventos geopolíticos y automatización.

Destacaron que por ahora hay una serie de obstáculos internos que preocupan a los altos ejecutivos de corporaciones globales para tomar la decisión definitiva de llegar a México.

Se trata de una oportunidad importante para que México se beneficie de esta relocalización de manufactureras estadounidenses que están saliendo de China, refirieron.

Adicionalmente proyectaron que se pueden consolidar inversiones en tecnología de hardware y nuevos clusters como baterías, vehículos y repuestos, lo que denominan “segunda ola” del nearshoring con un valor de 22,000 millones de dólares de inversión que también llegaría en un lapso de cinco años.

Aquí el reto adicional será el de encontrar capital humano preparado para integrarse.

Los obstáculos

Tal como se encuentra ahora México, enfrenta varios obstáculos que limitan su atractivo. Se refieren a la calidad de la infraestructura de agua, carreteras y electricidad; la corrupción, la inseguridad y la limitada preparación del capital humano en el país.

En el reporte, preparado para sus clientes, estimaron que las exportaciones recibirán un nuevo impulso en un lapso de tres a cinco años, principalmente en el segmento de manufacturas electrónicas.

De concretarse, las exportaciones de este sector podrían incrementarse 25% respecto del nivel observado en el 2019, proyectaron.

Morgan Stanley es un banco de inversión estadounidense con 87 años de experiencia y desde 1997 opera en México.

El Economista