Los máximos responsables de la Unión Europea y de los Estados miembro que han participado en la Cumbre de Líderes de la COP27 han asegurado que, pese a la crisis energética, el Viejo Continente mantiene su compromiso con la transición ecológica, tanto propia como de los países en desarrollo.
A lo largo de los dos jornadas de la Cumbre de Líderes, han transmitido este mensaje con el fin de recuperar la confianza de los países más vulnerables, que temen que la crisis desatada tras la guerra en Ucrania relegue la promesa de apoyar su descarbonización y su adaptación al cambio climático.
En este contexto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, han pedido a los países del norte más implicación para proteger el clima y «hacer equipo» con el sur para facilitar su adaptación a los cambios y el desarrollo de energías renovables.
Avanzar en el abandono de petróleo y carbón
Además, han subrayado la voluntad europea de seguir avanzando en el abandono progresivo de los combustibles fósiles, que en muchos países están siendo subsidiados para ayudar a familias y a empresas a paliar los efectos derivados del alza de precios; y han señalado que la guerra da un motivo más para acelerar la transición.
Von der Leyen ha llamado a trabajar «en equipo» con los países del Sur Global, que «tiene abundantes recursos», y ha asegurado que Europa mantiene el rumbo para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, para lo que ha elevado su objetivo de reducción de emisiones del 40 al 55 por ciento en 2030 respecto a 1990.
Piden mayor ambición
En este sentido, ha instado a los principales emisores a que eleven su ambición en mitigación y ha recordado que los países en desarrollo «deben recibir apoyo para adaptarse» a las pérdidas y daños causados por el cambio climático.
Por su parte, Michel ha señalado que aunque la guerra ha hecho los retos climáticos aún más difíciles, también ha reforzado la determinación de la UE de abandonar de manera progresiva los combustibles fósiles y proteger el medioambiente.
«No podemos olvidarnos de nuestras responsabilidades en el esfuerzo global de financiación», ha dicho por su parte el primer ministro portugués, António Costa, que ha anunciado que elevarán un 25 por ciento la partida destinada a cooperación para la defensa ambiental para los países africanos de lengua portuguesa.
No usar la crisis energética como excusa
El lunes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidió no usar la crisis energética como «excusa» para postergar los compromisos o «faltar a la palabra dada» en la lucha contra el cambio climático.
Por el contrario, esta debe ser una motivación adicional para acelerar la transición ecológica, como ha hecho la UE, defendió Sánchez, que anunció que España aportará 20 millones de euros adicionales al Fondo de Adaptación.
El presidente francés, Emmanuel Macron, reclamó a todos los países ricos que cumplan sus promesas de asistir a los países en desarrollo y defendió que la lucha contra el calentamiento global es una prioridad inmediata y no puede depender de la guerra o de otras circunstancias.
«La urgencia climática está aquí, no es para mañana (…) No vamos a sacrificar nuestros compromisos climáticos por las amenazas energéticas de Rusia», aseveró.
La guerra como impulso de las renovables
Para el canciller alemán, Olaf Scholz, la guerra deja claro que la transición renovable y la renuncia a los combustibles fósiles «no son solo un imperativo de la futura política climática, económica y medioambiental, sino también de la política de seguridad».
Reiteró el firme compromiso de Alemania de abandonar el carbón, a pesar de que la guerra haya obligado a reconectar temporalmente este tipo de centrales; así como de fortalecer su apoyo a los países más afectados por el cambio climático y que menos han contribuido al mismo.
«Estamos en un momento decisivo en la lucha contra el cambio climático e Italia hará su parte», afirmó la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que añadió que el país sigue firmemente comprometido con la descarbonización y que hay que diversificar la energía «en estrecha colaboración con los países africanos».
El primer ministro británico, Rishi Sunak, recalcó la necesidad de que los países mantengan sus compromisos para combatir la crisis climática pese a las dificultades que atraviesa la economía global y confirmó que destinarán 11 mil 600 millones de libras (13 mil 300 millones de euros) para financiar actuaciones contra el cambio climático en todo el mundo.
Además, el ex socio comunitario triplicará los fondos que dedica a adaptación a los nuevos fenómenos, hasta alcanzar mil 500 millones de libras (mil 730 millones de euros) en 2025.
«La seguridad climática va de la mano de la seguridad energética», indicó Sunak, que sostuvo que la guerra en Ucrania y el incremento de los precios «no son razones para ralentizar las acciones contra el cambio climático», sino «para actuar más rápido».