La fiscalía de Jalisco confirma el hallazgo de los cuerpos sin vida dentro de su vehículo en un tramo carretera entre Jalisco y Zacatecas.
Familiares de María del Consuelo y sus hijos de 5 y 14 años, reportaron su ausencia desde el 30 de agosto pasado, cuando salieron de Ojuelos de Jalisco, y este domingo, a través de redes sociales, confirmaron el hallazgo de sus cuerpos dentro de su carro siniestrado, y agradecieron a las personas que compartieron sus imágenes para intentar localizarlos, “amigos, familia y conocidos. Gracias por todo el apoyo a lo largo de estos días, gracias por compartir, comentar y solidarizarse con nosotros en esta muy indignante situación”.
¿Qué le pasó a la familia Arenas?
Chelito, como se le conocía, salió junto con sus hijos a vender juguetes a una comunidad cercana a su domicilio, “tristemente fueron localizados, pero no como anhelaba nuestro corazón, nuestras esperanzas seguían firmes pero ahora. Ahora ellos ya descansan y vuelan alto”, se lee en el post.
Por su parte, la Fiscalía de Jalisco, notificó desde la noche del sábado que había localizado dentro de un vehículo de modelo atrasado, con placas del estado, los cadáveres de tres personas que podían coincidir con los cuerpos de Consuelo, y los pequeños Víctor Manuel y Rafael, “se llevarán a cabo los dictámenes necesarios para confirmar su identidad, y esclarecer los hechos por los que perdieron la vida”, dice el mensaje emitido en sus redes sociales oficiales.
En tanto personal de cuerpos de auxilio informó que la camioneta que conducía Chelito fue asegurada en el fondo de un barranco, cerca de un estanque de agua en terrenos de Ojuelos, aunque la dependencia ministerial no ha hecho oficial el sitio, hasta el cierre de la edición.
Según información difundida por familiares de María del Consuelo, se tuvo conocimiento que el viernes, día de su desaparición, ingresaron a la cabecera municipal de Ojuelos, cerca de las 22:30, y presumiblemente regresaban de las fiestas patronales de la comunidad de La Hierba de Matancillas, población ubicada a 13 minutos de la cabecera municipal, aunque no llegaron a su casa. También habrían de llegar a la localidad de Los Pinos, también en Zacatecas, donde iba a entregar productos del hogar, que ella vendía por catálogo.
La preocupación de su familia se intensificó por el temor de los habitantes de la región norte de Jalisco ante la constante presencia de células criminales que efectúan desapariciones, y participan en recurrentes tiroteos, y enfrentamientos, con autoridades, además que se les responsabiliza de homicidios.