Las alabanzas del presidente Andrés Manuel López Obrador a Francisco I. Madero caben solamente en el ámbito discursivo, pues los ideales del líder revolucionario y ‘apóstol de la democracia’ distan mucho de las ambiciones de la Cuarta Transformación.
“Una decisión que tomó López Obrador que haría que Francisco I Madero se ‘levantara de su tumba’ fue que el principal postulado de la Revolución Mexicana creado por Madero, que fue ‘Sufragio, efectivo, no reelección’, Obrador lo quitó de todos los oficios (…) ¿Por qué un principio tan importante, un postulado tan importante de la Revolución Mexicana lo quitó? Le daría un coraje tremendo a Madero ver que ese postulado se archivó para siempre”, señaló el escritor y novelista Francisco Martín Moreno.
En EF MeetPoint. ¿ha reescrito la historia de México la 4T?, el también conferencista y líder de opinión sostuvo que el gobierno de AMLO deja mucho que desear en cuanto a la ciencia, lo que marca una diferencia radical con Francisco I. Madero.
“Madero siempre luchó por la modernización de México, propuso el respeto a la legalidad siempre. Él inauguró el primer Congreso Científico Mexicano y veamos lo que sucede con el Conacyt (…) Fue un político que amó la cultura y la ciencia”, comentó Moreno.
De acuerdo con el especialista, otra de las grandes diferencias radica en el respeto que Madero le tenía a la instituciones, un respeto que el mismo Obrador ha desestimado en una serie de ocasiones.
“Madero fue un auténtico demócrata, luchó por la supervivencia de las instituciones (…) Quiero ver hasta qué punto Obrador es defensor de las instituciones, cuando desde un principio dijo ‘Que se vayan al diablo las instituciones’”.
La historiadora María de los Ángeles Magdaleno coincidió con esta perspectiva, al considerar que Madero nunca veló por una economía a cargo del Estado, como lo ha hecho Obrador.
“¿Qué similitud puede haber con Francisco I. Madero? Por supuesto que no, Madero era un demócrata, en los quince meses que fue presidente no hubo, ni se le pudo demostrar ni un solo acto de corrupción, desde ahí está marcando una total diferencia. Madero era un liberal que abogaba por un libre mercado y no por una economía estatatista como lo hace el presidente. Madero cumplió los acuerdos que el Gobierno de Díaz había firmado con otros países, veamos el caso del aeropuerto, ¿Dónde esta la similitud?”.
Otra de las más marcadas diferencias es en lo que respecta a la relación gobierno-prensa.
“Madero fue un defensor de la libertad de prensa, solo que ver los ataques del presidente contra todo aquel que no opina como él. No es un asunto menor porque utiliza la principal tribuna para azuzar a la gente contra determinados medios o contra determinadas figuras, llega al exceso de personalizarlo en algunos reporteros o periodistas”.