Casi todo el equipo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) permanecerá en su puesto en la administración entrante de la presidenta electa Claudia Sheinbaum.
Solo el subsecretario de Gastos, Juan Pablo De Botton, pasará a ser el nuevo secretario de Hacienda de Ciudad México. Bertha Gómez Castro será la encargada de reemplazarlo, informó Sheinbaum a los periodistas afuera de su casa de transición.
Si bien Sheinbaum no nombró a otros específicamente, lo comunicado disipa las dudas sobre si otros miembros importantes del equipo, como el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, permanecerían en sus puestos.
Se prevé que Yorio se quede en su puesto, según personas con conocimiento del asunto.
¿Quién es Gabriel Yorio?
Yorio, quien anteriormente dirigió la oficina de deuda de la Secretaría de Hacienda y trabajó en el Banco Mundial, es muy conocido entre inversionistas y banqueros globales.
Lideró el diseño y la emisión de bonos sustentables por parte de México y ayudó a impulsar un proyecto de ley de reforma de los mercados diseñado para impulsar la cotización de deuda y acciones por parte de empresas más pequeñas.
Al día siguiente de ganar la presidencia, Sheinbaum confirmó que el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, permanecería en su puesto.
“Es un gran servidor público que da certeza de un buen manejo financiero y económico”, dijo en junio.
¿Cómo le ha ido al peso mexicano tras las elecciones presidenciales 2024?
El peso mexicano se ha debilitado cerca de un 13 por ciento desde la votación de junio, cuando la coalición gobernante ganó por una abrumadora mayoría las elecciones legislativas.
Sheinbaum agregó este jueves que Antonio Martínez Dagnino permanecerá al frente del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
“Se va a quedar Antonio. Se queda prácticamente todo el equipo de Hacienda (…) Es un muy buen equipo, honesto, y que conocen las finanzas públicas y nuestro proyecto”, dijo la presidenta electa en entrevista con medios.
Especialistas habían pronosticado este movimiento por parte de la presidenta electa, como una señal de intención de continuidad, debido a que el SAT ha hecho un buen trabajo en la recaudación.