A orillas del lago Victoria, en Kenia, hace 2.9 millones de años, se usaron algunas de las herramientas de piedra más antiguas conocidas para descuartizar hipopótamos y machacar material vegetal.
El estudio, dirigido por científicos del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian y del Queens College de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, presenta lo que probablemente sean los ejemplos más antiguos de una importantísima innovación de la Edad de Piedra conocida por los científicos como el conjunto de herramientas Oldowan, así como las pruebas más antiguas de que los homínidos consumían animales muy grandes. Los hallazgos se publican en Science.
Aunque varias líneas de evidencia sugieren que es probable que los artefactos tengan unos 2,9 millones de años, su datación más conservadora puede situarse entre los 2,6 y los 3 millones de años, afirma en un comunicado el autor principal del estudio, Thomas Plummer, del Queens College, investigador asociado del equipo científico del Programa de Orígenes Humanos del Smithsonian.
Las excavaciones realizadas en el yacimiento, denominado Nyayanga y situado en la península de Homa, al oeste de Kenia, también permitieron hallar un par de enormes molares pertenecientes al Paranthropus, pariente evolutivo cercano de la especie humana.
Según Rick Potts, autor principal del estudio y titular de la cátedra Peter Buck de Orígenes Humanos del Museo Nacional de Historia Natural, los dientes son los restos fósiles de Paranthropus más antiguos hallados hasta ahora, y su presencia en un yacimiento repleto de herramientas de piedra plantea preguntas intrigantes sobre qué antepasado humano fabricó esas herramientas.
«Los investigadores han supuesto durante mucho tiempo que sólo el género Homo, al que pertenecen los humanos, era capaz de fabricar herramientas de piedra –afirma Potts–, pero el hallazgo de Paranthropus junto a estas herramientas de piedra abre una fascinante incógnita».
Sea cual sea el linaje de homínidos responsable de las herramientas, éstas se encontraron a más de mil kilómetros de los ejemplos más antiguos conocidos de herramientas de piedra de Oldowan: herramientas de 2,6 millones de años desenterradas en Ledi-Geraru (Etiopía).
Mediante el análisis de los patrones de desgaste de las herramientas de piedra y los huesos de animales descubiertos en Nyayanga (Kenia), el equipo responsable de este último descubrimiento demuestra que fueron utilizadas por los primeros antepasados humanos para procesar una amplia gama de materiales y alimentos, como plantas, carne e incluso médula ósea.
El conjunto incluye tres tipos de herramientas de piedra: martillos, núcleos y lascas. «Con estas herramientas se puede triturar mejor que con los molares de un elefante y cortar mejor que con los caninos de un león –explica Potts–. La tecnología oldowana fue como desarrollar de repente un nuevo juego de dientes fuera de tu cuerpo, y abrió a nuestros antepasados una nueva variedad de alimentos en la sabana africana».
Potts y Plummer se sintieron atraídos por la península de Homa (Kenia) por la gran cantidad de fósiles de monos parecidos a babuinos, llamados ‘Theropithecus oswaldi’, que suelen encontrarse junto a restos de antepasados humanos.
A partir de 2015, una serie de excavaciones en Nyayanga arrojaron un botín de 330 artefactos, 1.776 huesos de animales y los dos molares de homínidos identificados como pertenecientes a Paranthropus. Los artefactos, según Plummer, formaban parte claramente del gran avance tecnológico de la Edad de Piedra que supuso el conjunto de herramientas de Oldowan.
En comparación con las únicas herramientas de piedra conocidas que las precedieron –un conjunto de artefactos de 3,3 millones de años desenterrados en un yacimiento llamado Lomekwi 3, justo al oeste del lago Turkana, en Kenia–, las herramientas oldowanas suponían un importante avance en sofisticación.
Las herramientas oldowanas se producían sistemáticamente y a menudo se moldeaban utilizando lo que se conoce como «percusión a mano alzada», es decir, que el núcleo se sujetaba con una mano y luego se golpeaba con un martillo que se manejaba con la mano contraria en el ángulo justo para producir una lasca, una técnica que requiere mucha destreza y habilidad.
Por el contrario, la mayoría de los artefactos de Lomekwi 3 se crearon utilizando grandes rocas fijas como yunques, y el fabricante de herramientas golpeaba un núcleo contra la piedra plana del yunque para crear lascas o colocaba el núcleo sobre el yunque y lo golpeaba con una piedra de martillo. Estos modos de fabricación más rudimentarios daban como resultado herramientas más grandes, toscas y de aspecto más desordenado.
Con el tiempo, el conjunto de herramientas oldowano se extendió por toda África hasta llegar a las actuales Georgia y China, y no fue sustituido o modificado de forma significativa hasta hace unos 1,7 millones de años, cuando aparecieron por primera vez las hachas de mano achelenses.
Como parte de su estudio, los investigadores realizaron análisis microscópicos de los patrones de desgaste de las herramientas de piedra para determinar cómo se utilizaban, y examinaron todos los huesos que presentaban posibles marcas de corte u otro tipo de daños que pudieran proceder de herramientas de piedra.
En el yacimiento había al menos tres hipopótamos. Dos de estos esqueletos incompletos incluían huesos que mostraban signos de carnicería. El equipo halló un corte profundo en un fragmento de costilla de un hipopótamo y una serie de cuatro cortes cortos y paralelos en la tibia de otro. Plummer explica que también hallaron huesos de antílope que mostraban indicios de que los homínidos habían cortado la carne con lascas de piedra o habían sido aplastados con martillos para extraer el tuétano.
El análisis de los patrones de desgaste de 30 de las herramientas de piedra halladas en el yacimiento demostró que se habían utilizado para cortar, raspar y machacar tanto animales como plantas. Dado que los homínidos no utilizarían el fuego hasta dentro de unos dos millones de años, los constructores de herramientas de piedra comían todo crudo, tal vez machacando la carne para hacerla más fácil de masticar.
Mediante una combinación de técnicas de datación, como la velocidad de desintegración de elementos radiactivos, la inversión del campo magnético terrestre y la presencia de ciertos animales fósiles cuya cronología en el registro fósil está bien establecida, el equipo de investigación pudo datar los objetos recuperados en Nyayanga entre 2,58 y 3 millones de años.
«Se trata de uno de los ejemplos más antiguos, si no el más antiguo, de tecnología oldowana –afirma Plummer–. Esto demuestra que el conjunto de herramientas estaba más ampliamente distribuido en una fecha más temprana de lo que la gente creía, y que se utilizaba para procesar una amplia variedad de tejidos vegetales y animales. No sabemos con seguridad cuál era su significado adaptativo, pero la variedad de usos sugiere que era importante para estos homínidos».
El descubrimiento de dientes del Paranthropus de mandíbula musculosa junto a estas herramientas de piedra plantea la cuestión de si pudo haber sido ese linaje, en lugar del género Homo, el artífice de las primeras herramientas de piedra de Oldowan, o tal vez incluso que múltiples linajes fabricaran estas herramientas aproximadamente al mismo tiempo.