El danés Holger Rune, decimoctavo jugador mundial, derrotó 3-6, 6-3 y 7-5 al que era el vigente campeón y actual número siete del ranking ATP, el serbio Novak Djokovic, en la final del Masters 1000 de París-Bercy.
A sus 19 años, Rune jugaba su cuarta final consecutiva en otros tantos torneos, ganando en Estocolmo y quedándose con el subcampeonato en Sofía y Basilea.
En París consiguió el mayor éxito de su todavía corta carrera al ser su primer título de categoría Masters 1000.
Rune será el primer tenista danés en entrar en el ‘Top 10’ desde la creación de la ATP en 1973. Subirá al décimo puesto.
Rune se convierte además en el primer jugador también desde la creación de la ATP en ganar a cinco jugadores del Top 10 en el mismo torneo (fuera del Masters de fin de año).
«Te mereces del todo esta victoria», le reconoció al término del partido Djokovic. «¡Qué semana extraordinaria, no estoy contento de que me hayas ganado, pero estoy contento por ti!», añadió.
Un Djokovic imperial al inicio se llevó el primer set con una solvencia que hizo temer una final carente de emoción.
Pero no supo concretar ninguna de las tres bolas de break consecutivas que se procuró al inicio del segundo set, y ello hizo que el set se fuera en favor de Rune.
El danés despertó por completo y no perdonó su primera bola de break en el partido. Conservó su ventaja hasta el final y llevó el partido a un tercer set que decidiría.
Djokovic pareció haber dado en esa tercera manga un paso de gigante cuando se puso 3-1, pero no supo cerrar el choque y dejó a su rival darle alcance (3-3).
Los dos jugadores estaban 5-5 cuando Rune rompió el servicio de ‘Nole’ para dominar 6-5 y servir para ganar la final.
Aunque cansado, logró salvar seis bolas de break de Djokovic y se impuso en su segunda bola de partido.
«Es bastante increíble. Es un sentimiento extraordinario estar aquí con el trofeo. Era difícil imaginar esto al inicio de la semana cuando yo tuve tres bolas de partido en contra (ante Wawrinka en primera ronda) (…) Es un primer sueño que se hace realidad, aunque tengo sueños más grandes», confesó Rune, nacido seis días antes que el N.1 del mundo Carlos Alcaraz.
Basta un dato para ilustrar este duelo intergeneracional: Rune nació el año en que Djokovic se hizo profesional, en 2003.
«Ganar ese último juego fue el mayor alivio de mi vida», confesó.