La venganza de Israel por el mayor y más letal ataque terrorista sufrido en su territorio —el último balance arroja 900 israelíes asesinados por los milicianos palestinos— no se va a limitar a “destruir” toda la infraestructura de Hamás en la Franja de Gaza y a arrestar a sus líderes y milicianos, sino que toda la población civil gazatí (2.5 millones), atrapada en una estrecha franja estéril de tierra, está condenada a sufrir el mismo castigo.
Así lo anunció este lunes el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, quien ordenó el bloqueo total de la Franja de Gaza, lo que significa que el enclave palestino quedará sin suministro de electricidad, alimentos y combustible, en medio de una guerra entre Israel y el movimiento islamista Hamás.
«He dado una orden: Gaza estará bajo un cierre total. Estamos luchando contra terroristas bárbaros y responderemos en consecuencia», indicó el ministro, según un comunicado de su oficina.
«No habrá electricidad, alimentos ni combustible» en la Franja desde Israel, subrayó Gallant, quien ordenó la concentración de tanques en la frontera de Israel con Gaza para lo que parece una inminente invasión terrestre. Todo ello mientras no censan los bombardeos sin previo aviso, como hacía hasta ahora.
En concreto, las autoridades gazatíes denunciaron que Israel ha dejado de emplear el método conocido como «knocks on the roof» (golpes en el techo), por el que lanzan dispositivos no explosivos a los tejados de las casas como preaviso de que van a bombardear en unos minutos, para que la población pueda salir, a menudo con el tiempo justo.
Vida de rehenes en peligro
La decisión israelí de no avisar provocó la reacción de los dirigentes de Hamás igual de dura.
El vocero del grupo islamista, Abu Obeida, anunció que Hamás ejecutará «públicamente» a un rehén del centenar de personas que atraparon el sábado (entre ellos tres mexicanos, presuntamente), si el Ejército del Estado judío continúa los bombardeos indiscriminados sin previo aviso a los residentes.
«Cualquier ataque contra casas inocentes en Gaza sin previo aviso y alerta se enfrentará a la ejecución pública de un rehén», afirmó en un comunicado Abu Obeida, portavoz de las brigadas de Al Qasam, brazo armado de Hamás. «La ejecución será de rehenes civiles, no militares, y se transmitirá en línea», agregó.
«El enemigo no entiende el lenguaje de la humanidad y la moral, y nos dirigiremos a él en el lenguaje que conoce. Responsabilizamos a la ocupación ante el mundo por esta decisión, y la pelota está en su tejado», advirtió Obeida.
Según el Ministerio de Sanidad gazatí, los bombardeos sin previo aviso han disparado en las últimas horas el número de palestinos muertos y heridos.
El último balance, informa de 687 gazatíes han muerto, incluidos 140 niños, en el tercer día de guerra entre Israel y las milicias palestinas. Asimismo, la cifra de heridos se disparó a 3,726.
Por su parte, la ONU informó que seis trabajadores sanitarios han muerto y cuatro han resultado heridos en ataques de Israel sobre la Franja de Gaza en las últimas horas, en los que siete hospitales y nueve ambulancias han quedado dañados.
En el enclave hay unos 120,000 desplazados internos por la «destrucción de sus casas», indicó el portavoz de la organización, Stéphane Dujarric
Malestar de la ONU
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó «malestar» por el «bloqueo total» de Gaza anunciado por Israel este lunes, en el tercer día de hostilidades entre ambas partes, y urgió a la comunidad internacional a «movilizar apoyo humanitario inmediato» para los civiles palestinos «atrapados» en la Franja.
«La situación humanitaria era extremadamente dura antes de estas hostilidades, y ahora solo se puede deteriorar exponencialmente. Se necesitan desesperadamente equipamiento médico, comida, combustible y otros suministros humanitarios, así como acceso a personal humanitario» para Gaza, dijo Guterres en una rueda de prensa.
El jefe de la organización, que reclamó un cese de los ataques a Israel y los territorios palestinos y alertó sobre las consecuencias humanas, llamó a «todas las partes y actores relevantes a permitir acceso a la ONU para entregar asistencia humanitaria urgente a los civiles palestinos atrapados e indefensos en la Franja de Gaza».
Reconoció que la reciente violencia se deriva de un «conflicto de largo plazo, con una ocupación de 56 años sin un fin político a la vista», por lo que instó a las partes a «acabar con el círculo vicioso de sangre, odio y polarización».
Guterres volvió a condenar los ataques del grupo islamista Hamás contra pueblos israelíes en la periferia de Gaza y señaló que tanto ese grupo como la Yihad Islámica Palestina han lanzado indiscriminadamente miles de cohetes que han alcanzado el centro de Israel, incluyendo Tel Aviv y Jerusalén.
«Reconozco los agravios legítimos del pueblo palestino, pero nada puede justificar estos actos de terrorismo», por lo que «reitero mi llamada al cese inmediato de estos ataques y la liberación de todos los rehenes tras estos ataques sin precedentes», dijo.
De manera similar, sostuvo que la ONU reconoce las «preocupaciones de seguridad legítimas» de Israel y recordó a su Gobierno que sus operaciones militares deben estar en concordancia con el derecho humanitario, sin que nunca sean objetivos los civiles y sus infraestructuras.
Guterres denunció reportes de que Israel está atacando instalaciones sanitarias, edificios residenciales, mezquitas y escuelas que acogen a familias desplazadas en Gaza.
Al final de su discurso, Guterres abogó por la solución de dos estados como clave para la estabilidad a largo plazo de Israel y los Territorios Palestinos y de la región.
Israel sostiene un bloqueo por aire, tierra y mar sobre la Franja de Gaza desde 2007, cuando Hamás tomó el control del hacinado y empobrecido enclave, cuenta con una sola central eléctrica que necesita combustible para funcionar y abastecer a hospitales, viviendas y refugios.
Crímenes de guerra
La organización Human Rights Watch denunció este lunes que tanto Hamás como Israel están cometiendo crímenes de guerra.
«Los ataques aparentemente deliberados contra civiles (en Israel), los ataques indiscriminados y la toma de civiles como rehenes por parte del grupo armado palestino equivalen a crímenes de guerra según el derecho internacional humanitario», subrayó.
Mientras que el corte de electricidad en el enclave palestino, el bloqueo al pasi de ayuda humanitaria y el bombardeo indicrimiado de edificios de viviendas y hospitales, así como «otras medidas punitivas» aplicadas por Israel contra la población civil de Gaza, representan «un castigo colectivo ilegal, que es un crimen de guerra».