En un comunicado, destacó que “esta perspectiva refleja que la agencia no espera movimientos en la calificación en el futuro cercano”.
Las calificaciones otorgadas según JCR “están respaldadas por la sólida base industrial orientada a la exportación del país, las políticas monetarias y cambiarias flexibles y ágiles, y la alta resiliencia a los choques externos”.
Reconoció que la administración actual ha mantenido la disciplina fiscal, apoyado por el fortalecimiento de la recaudación tributaria. Lo anterior ha permitido mantener los balances públicos en línea con lo estimado y la deuda pública con respecto al Producto Interno Bruto (PIB) en una trayectoria estable por debajo de 50 por ciento.
Mayor crecimiento económico esperado
JCR además consideró positivo que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya impulsado políticas de bienestar social para la erradicación de la corrupción y se atienda a grupos de bajos ingresos socialmente vulnerables. Gracias a ello, apuntó “ha obtenido el apoyo de esos votantes, disfrutando de un alto índice de aprobación”.
Otro punto a favor, según la calificadora, es que el país cuenta con un nivel de reservas adecuado por 204 mil millones de dólares para hacer frente a sus compromisos de corto plazo, aunado a una Línea de Crédito Flexible por 48 mmd y un sector bancario bien capitalizado.
La calificadora resaltó para México el mayor crecimiento económico esperado en 2023, la solidez de las exportaciones manufactureras y el flujo positivo de la inversión extranjera directa apoyado por el nearshoring.
En contraste, la calificadora japonesa considera como un riesgo a futuro para la nota de México, que la industria petrolera del país necesite modernizarse; así como, la incertidumbre que generan las políticas económicas del gobierno.
Finalmente, JCR consideró que a medida que las actividades políticas se vuelvan más activas hacia las próximas elecciones presidenciales en 2024, monitoreará de cerca cómo eso afectará su futura gestión de la política económica.