La película La exorcista, dirigida por Adrián García Bogliano, le da vuelta a la tuerca a filmes de este tipo para romper las convenciones sociales con una monja que realiza exorcismos y es una heroína, algo que parecería impensable en la vida real en la Iglesia católica. Una propuesta transgresora que conjuga el género del terror, el western y la acción.
“Christian Cueva y Ricardo Farías plantearon esto y desde el título para mí era una herejía, nos íbamos a meter con un título tan cercano a uno de los clásicos del terror (El exorcista), que es mi favorito. Nos fuimos dando cuenta que históricamente, si el hombre hace esto es el exorcista, pero si es la mujer es la hereje, la bruja; entonces, poner estos temas en cuestión me parecía interesante y a partir de ahí hacer una película que le diera vuelta a toda una serie de clichés del género para tratar de repensarlo”, destacó en entrevista con La Razón García Bogliano, también director de Devil.
El largometraje La exorcista, que se estrena mañana en cines de México, aborda la historia de una monja llamada Ofelia (María Evoli), quien llega a un poblado de Arquímides y se ve forzada a realizar un exorcismo para ayudar a una mujer embarazada (Pilar Santacruz), después de que el sacerdote es vencido por el demonio. Ese espíritu maligno permanece en la comunidad y la religiosa tiene que evitar que intente regresar al cuerpo de su víctima.
Esta película viene a cambiar mucho lo que se hacía, o viene a poner otra mirada en el cine de terror en México; es poner a la mujer en otro lugar, una heroína más que una víctima del terror
María Evoli, Actriz
Para María Evoli, el personaje de la hermana Ofelia y la película en general, propone una mirada distinta en el cine de terror que se hace en México.
“Me considero una persona que a lo largo de mi carrera he roto con estereotipos o con lo que debo hacer como actriz, las películas que debería estar haciendo; entonces, ver eso en una película, que una monja lo está haciendo me encanta. Creo que la hermana Ofelia es una persona con convicción, con mucha fe, no importa lo que pase va a confiar en Dios. Esta cinta viene a cambiar mucho lo que se hacía, o viene a poner otra mirada en el cine de terror en México; es poner a la mujer en otro lugar, una heroína más que una víctima del terror”, resaltó la actriz en charla con este diario.
En lo anterior coincidió Pilar Santacruz, pues consideró que el filme rompe también esquemas con respecto a otros filmes sobre exorcismos.
Hay elementos de fondo, cosas que son fuertes en México, pero en Latinoamérica bastante extendidas, las cuales tienen que ver con el rol de la mujer en los pueblos, el tema
de la maternidad
Adrián García Bogliano, Director
“Me llamó la atención el discurso que rompe con la forma tradicional de hacer películas de exorcismo y el subtexto que abre una conversación muy poderosa: que las mujeres también tienen la fuerza y capacidad de hacer un exorcismo, cosa que en la religión católica no está permitido, me llama la atención de mi personaje, que pasa por el escrutinio público en su comunidad, al no ser capaz de tener un hijo, llega hasta las últimas consecuencias por conseguirlo”, comentó en entrevista.
El personaje de la monja a lo largo de la cinta va evolucionando hasta llegar al punto en el cual se da cuenta que tiene la capacidad para no solamente hacer un exorcismo, sino también para salvar a Sandra, la mujer que es acechada por el malvado demonio.
“Confía en que la fe es tan grande que puede lograr exorcizar a alguien, pero no sabe que tiene esa fuerza, la vas viendo agarrar esa fuerza a partir de querer sobrevivir, de querer ayudar a una chica y a su bebé. Me parece que es un personaje poderoso, porque no es la exorcista porque sí, sino que tiene las razones para convertirse en eso”, apuntó Evoli.
La cinta, que toma elementos de las tradiciones y costumbres de ciertos poblados del país, además del sincretismo entre la fe católica y otras creencias, hace que se sienta como una película de terror muy mexicana, aseguró el actor Ramón Medina, quien da vida a Fabián, un habitante de la comunidad quien ayuda a la monja Ofelia.
“Siempre se ha hecho terror en México, pero que creo sí nos habíamos tardado en que se tropicalizara el terror como sucede claramente en La exorcista, Mal de ojo, y otras películas en las que se siente un terror mexicano, cosa que es difícil encontrar en otros países del mundo, porque no tienen la cercanía con la muerte como la tiene el mexicano. Esta cinta es un claro ejemplo de esa evolución en la que regresamos al terror mexicano que tuvimos en un momento en los años 70”, aseveró.