Santos Balmori fue el artista mexicano que estuvo marcado por la Guerra Civil Española, encarcelado por criticar el fascismo, rechazado por la escuela mexicana de pintura, un amigo Mahatma Gandhi y un hombre que la historia del arte del país ha dejado en el olvido, es por ello que el Museo Nacional de Arte (Munal) inaugura la exposición “Santos Balmori (1898-1992). La huella indeleble” en donde se reúnen 318 de sus obras.
Con motivo de su 125 aniversario de su nacimiento, la muestra evidencia al artista polifacético que se dedicó tanto a las ilustraciones, carteles, murales, pintura de caballete, diseño de vestuario y escenografías, obras en las que hay referencias al cubismo, el realismo, el expresionismo y, en menor medida, a la pintura metafísica italiana.
De acuerdo con Héctor Palhares, director del Munal, es a partir de la segunda mitad del siglo XX, en los años setenta, cuando el trabajo de Balmori comienza a integrar un lenguaje abstracto, a través del geometrismo y el uso de materiales novedosos.
La exposición se divide en los siguientes ejes temáticos: Gabinete personal; Europa, carteles e ilustración; Artes escénicas; Época negra; Mujeres; Educación, alumnos y trazos; y Espacios y tensiones.
“Tenemos pinturas que hizo en los años 30 en Mallorca, muy pocas obras de sus inicios, de 1918 durante su juventud en España, así como grabados en París. Una serie de cuadros y postales que pintó en Suecia, de esa época no llegó casi nada a México”, comentó el curador Gerardo Traeger.
Balmori nació en la Ciudad de México en 1898, su padre era asturiano y su madre tlaxcalteca con quienes emigró, de niño, a Asturias España, y posteriormente a Chile, donde comenzó su formación artística en la Escuela de Bellas Artes de Santiago.
Sin embargo, la repentina muerte de sus padres hizo que en 1918 viajara de regreso a España, donde ingresó a la Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid.
Ahí tuvo como profesores a Julio Romero de Torres (1874-1930) y a Joaquín Sorolla (1863-1923), y como compañeros a Salvador Dalí (1904-1989) y a José Moreno Carbonero (1860-1942). Después, viajó a Francia en 1921, donde ingresó a la Académie de la Grande Chaumière de París, como alumno del escultor Antoine Bourdelle (1861-1929) y se dedicó a la ilustración de libros y revistas, junto al periodista y escritor francés Henri Barbusse (1873-1935).
“Balmori realizó la carátula de la revista Monde, que después se convertiría en el periódico ‘Le monde’. El comité directivo de la publicación estaba formado por Barvusse, Máximo Gorki, Miguel de Unamuno, Albert Einstein y Upton Sinclair”, explicó la curadora María Estela Duarte.
De acuerdo con los curadores, la revista Monde tenía un corte antifascista y sus participantes elaboraban obras a partir de ese tópico.
“Por ese motivo, Balmori no puede visitar Italia y viaja a Mallorca, ahí empieza el corte fascista de Francisco Franco entonces es apresado en 1935 y realiza poca pintura, por ejemplo, el cuadro ‘El toro desollado’, inspirado en un poema de García Lorca”, indicaron.
En 1935, el artista regresó a México, pero poco tiempo después, comenzó la Guerra Civil en España, por lo que Balmori se acercó al entonces presidente Lázaro Cárdenas y crearon el comité de ayuda al pueblo español, siendo una de sus tareas el proyecto Niños de Morelia que logró el exilio de 500 niños españoles.
ILUSTRACIÓN, DANZA Y ALUMNOS
La producción de Balmori que más documenta la exposición es su obra gráfica, donde marcó su postura política. Un ejemplo es su trabajo en la revista “Futuro”, de 1936 a 1938, y sus creaciones institucionales durante la presidencia de Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán Valdés en el que aboga por el derecho del voto femenino.
“Miguel Covarrubias invitó a Santos Balmori a ser director de la Academia de la Danza, por eso mostramos obras sobre danza, fotografías de ballets, vestuarios y programas ilustrados por él. Los años que dirigió la academia es llamada la época de oro de la danza en México”, destacó Duarte.
Finalmente, la exposición muestra a algunos alumnos de Balmori: Luis López Loza, Juan Soriano, Luis Nishizawa y Byron Gálvez.
“Fue 30 años maestro de la Escuela de Artes Plásticas y también dio clases en la Esmeralda, pusimos a los más destacados porque ya tienen por derecho propio un lugar y porque encontramos en el archivo un documento donde Balmori destacaba a varios de sus artistas, fue la guía para seleccionar a algunos de ellos”, detalló Duarte.