Una exposición de 108 imágenes y algunos objetos de archivo cruciales en la vida de la fotógrafa Tina Modotti (Italia 1896-México 1946) llega al Museo Cerralbo de Madrid desde este viernes y hasta el 2 de octubre para recuperar la memoria de la artista y plasmar su recorrido como retratista de la “revolución mexicana” entre 1923 y 1930.
«Ha sido un personaje que ha estado a la sombra durante muchísimos años y es fundamental para entender no solo los movimientos sociales en América Latina, sino también el desarrollo de la fotografía documental en un momento tan importante como fueron los años 20 en México”, explicó María de las Nieves Rodríguez Méndez, una de las comisarias de la muestra.
La obra de Tina Modotti, que recoge el Museo Cerralbo en el marco del festival PHotoESPAÑA, fusiona la cultura revolucionaria mexicana y la fotografía vanguardista, sumados al contexto político y social de la primera mitad del siglo XX.
La comisaria Rodríguez Méndez reconoció que existen «dos periodos esenciales» en la historia de Tina, separados por el año 1927, cuando empezó a fotografiar murales y a militar en el partido comunista.
«Son dos fotógrafas completamente diferentes. Hay una Tina que está experimentando con el formalismo, y lo que abre 1927 para ella es una experimentación de la vanguardia, el abrazar la causa mexicana, es una fotografía revolucionaria», puntualizó.
Reinhard Schultz, también comisario de la exposición, aseguró que es «muy importante» traer la obra de Tina Modotti al mundo de habla hispana porque es un trabajo que «no se ha expuesto lo suficiente» y mencionó la “delicadeza” de los negativos que componen la obra.
Difícil, hacer copias de las fotos
“No se pueden hacer copias sin más porque, como tienen más de cien años, la exposición a determinadas sustancias químicas puede dañarlos irreparablemente. Las copias de las que disponemos son las que yo hice en 1988. Los negativos en aquel tiempo llevaban ya unos 9 años en México y solamente se pudo hacer una copia”, explicó el comisario.
La fotógrafa italiana amante de México hizo una colección muy completa de imágenes del movimiento muralista del país latinoamericano y es considerada la única fotógrafa que consiguió el récord de la imagen más cara vendida en la historia durante un periodo de un año, por más de cien mil dólares en 1991.
Modotti fue también “buena amiga” de Diego Rivera y Frida Kahlo, según Schultz, de hecho “se casaron en casa de Modotti”, aunque el comisario comentó que su amistad “se rompió” porque la pareja de artistas optó por seguir la línea ideológica de León Trotski a finales de los años veinte.
Sobre la exposición, Claude Bussac, directora de PHotoESPAÑA, indicó que se quiso seguir una línea en el festival de “dar voz y mostrar el trabajo de mujeres fotógrafas”.