Los tatuajes se usaron con fines curativos en la prehistoria, revela estudio

Sobre el costado, a lo largo de los brazos y recorriendo los muslos. Con al menos 5 mil 300 años de antigüedad, una momia con 61 tatuajes se encontró en los Alpes italianos hace 3 décadas. Los paleontólogos del South Tyrol Museum of Archaeology se refieren a ella como ‘Ötzi’, un hombre neandertal que murió tras ser acribillado en un enfrentamiento con otro grupo de humanos primitivos.

A partir el análisis de la piel —perfectamente conservada después de milenios de estar cubierta por el glaciar de los picos más altos—, los científicos del museo se maravillaron de que las marcas que tiene sobre el cuerpo no sólo son intencionales, sino que sugieren un uso ritual. Podría ser que, hace miles de años, los tatuajes hayan empezado a usarse durante la Prehistoria con fines curativos. Esto es lo que sabemos.

¿Marcas intencionales?

 

La esperanza de vida no era extensa para los neandertales. Por el contrario, las posibilidades de que una persona sobreviviera al frío de los glaciares alpinos hace 5 milenios era más bien reducida. Sin embargo, esto no fue lo que inquietó a los arqueólogos que analizaron los restos de Ötzi.

Por el contrario, después de varios meses de investigación, se percataron de que los tatuajes que tenía en la piel estaban colocados estratégicamente, en puntos donde generalmente se siente dolor con la edad. En su artículo para The Conversation, el comunicólogo Allison Hawn, de la Universidad de Arizona, puntualiza lo siguiente:

“Algunos investigadores creen que estos tatuajes son un antiguo tratamiento para el dolor. Varias hierbas que se sabe que tienen propiedades medicinales se encontraron muy cerca del lugar de descanso de Ötzi, lo que da más credibilidad a esta teoría”, escribe el experto.

Esta línea de pensamiento se sostiene con el hecho de que la momia muestra tatuajes en la espalda baja, las rodillas, las muñecas y los tobillos. Todas estas articulaciones se añejan y se hacen rígidas con la edad, lo que sugiere que se realizaron a manera de ‘aliviar’ ese malestar físico constante. Sin embargo, los investigadores se encontraron con excepciones.

Líneas rituales sobre la piel

Los tatuajes de Ötzi, el neandertal de los Alpes italianos, son líneas sutiles alrededor de las articulaciones de las muñecas. En la zona lumbar, cuenta con patrones similares, aunque más cortos. Los científicos del museo aseguran que fueron una manera de contrarrestar “el desgaste de la vida cotidiana en las articulaciones”, explica Hawn.

Sin embargo, éste no es el caso para todos sus tatuajes, realizados durante la Prehistoria. Algunos de ellos están sobre el pecho, lo que sugiere un uso más ritual que médico. Por la forma de las líneas, los arqueólogos piensan que fueron realizados por técnicas primitivas de acupuntura, utilizada en rituales de curación ligados a las etapas más tempranas de alguna religión en la zona.

Esto condujo a los investigadores a pensar que los tatuajes de Ötzi arrojan nueva luz sobre la creación de un sistema de creencias prehistórico. Las líneas sobre su cuerpo podrían ser parte de las primeras cerdas de un entramado religioso y cultural en torno al cuidado del cuerpo y la salud, concluyen los expertos.

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