Bolivia comenzó en 2009 su ruta para industrializar sus reservas de litio y derivados en diferentes fases: en 2012 comenzó a funcionar una planta semindustrial de cloruro de potasio, en 2013 una planta piloto de carbonato de litio, y ese mismo año logró sus primeras ventas de cloruro de potasio.
México aprovechará la “experiencia” de Bolivia para industrializar el litio, a partir de la cooperación entre empresas estatales de los dos países, afirmó este jueves en La Paz el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
“Vamos a aprovechar las lecciones que Bolivia ha aprendido en ese camino, para no perder tiempo, no cometer errores en los primeros pasos que vamos a dar”, dijo el jefe de la diplomacia mexicana en una conferencia de prensa, junto a su colega boliviano, Rogelio Mayta.
Ebrard manifestó que su visita y su gobierno tienen dos objetivos: “compartir la experiencia que tiene Bolivia” y alcanzar “un convenio de colaboración y cooperación entre ambas empresas” estatales de los dos países, ligadas a ese sector minero.
México avanzó a la nacionalización de sus reservas de litio y el mismo Ebrard dijo en su país, antes de su viaje, que si América se coordina, países como Argentina, Chile, Perú, Bolivia y México tendrían “más del 65% del litio de todo el mundo”.
Incluso el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, señaló en mayo su deseo de que esos países “vayan creando una asociación” con el propósito de ayudarse mutuamente.
Ebrard dijo en La Paz que lo que buscará la alianza boliviano-mexicana será que: “participen nuestros países en el procesamiento y fabricación de baterías”.
No dio plazos para concretar acuerdos.
Bolivia, desde el gobierno del izquierdista Evo Morales (2006-2019), dio pasos con altibajos para la industrialización de sus reservas de litio, estimadas en 21 millones de toneladas, las mayores del mundo.
Sus reservas se encuentran en varios salares andinos en el suroeste del país, principalmente en el de Uyuni, la mayor pastilla salina del mundo, y una maravilla natural.
Bolivia comenzó en 2009 su ruta para industrializar sus reservas de litio y derivados en diferentes fases: en 2012 comenzó a funcionar una planta semindustrial de cloruro de potasio, en 2013 una planta piloto de carbonato de litio, y ese mismo año logró sus primeras ventas de cloruro de potasio.
Luego firmó acuerdos, principalmente con empresas chinas, para la construcción de otras plantas en fase industrial y para su posterior exportación.
El canciller Ebrard también anunció en La Paz que una empresa boliviana participará con otra mexicana en la fabricación desde 2023 de automóviles eléctricos.
El Economista