ONU-DH investiga crímenes de Rusia, que amaga a OTAN

Con un saldo de tres mil 541 ucranianos muertos por la guerra, el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) abrió una investigación contra Rusia por presuntos crímenes de guerra ante la creciente “preocupación por atrocidades cometidas”.

Casi un mes después de sacar a Rusia del grupo y sustituirlo con República Checa, 33 países respaldaron dar seguimiento a la devastación causada por las tropas de Vladimir Putin, luego de que se documentaran 300 ejecuciones, 204 desapariciones forzadas, violaciones y tortura contra decenas de civiles, principalmente en ciudades que estuvieron bajo control ruso, como Kiev, Járkov, Chernigov y Sumi, mismas que los invasores abandonaron hace unas semanas dejando al descubierto la devastación.

Pese a la renuencia de 14 naciones, en la 34 sesión especial se reconoció que la situación se ha agravado a 78 días de la incursión militar, aunque el Kremlin sostiene que sólo ataca objetivos militares.

Hecho que repudió la viceministra de Exteriores ucraniana, Emine Dzheppar, quien denunció que menores han sido abusados sexualmente y puso de ejemplo el caso de un niño de 11 años, quien tras ser sometido por un soldado dejó de comunicarse verbalmente, y el caso lo identificaron a través de un dibujo y rayones que hace, lo que recuerda a declaraciones previas de la Defensoría del Pueblo de que decenas de mujeres y niñas fueron violadas y, lamentablemente, algunas resultaron embarazadas.

En torno a estos crímenes, la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, admitió que al situación “es espeluznante”, al confirmar que las cifras de ejecuciones sumarias de hombres, mujeres y niños podrían ser mucho peores conforme se recuperen territorios y haya más denuncias, pues dijo que, según el equipo que se encuentra en la nación, no todos hablan de lo sucedido por el estigma o temor de represalias, pues persiste el clima bélico.

Asimismo, calificó de “desgarradores” los hallazgos en decenas de ciudades, al recordar un reciente informe que da cuenta de muertes por no poder salir en semanas de refugios y sótanos, familias asesinadas por francotiradores al intentar huir del país, traslados forzados a Rusia y miles de ciudadanos más expuestos a tratos inhumanos y humillantes, hechos por los que Ucrania prevé abrir, en breve, juicios contra los soldados identificados como ejecutores de estos crímenes.

Dicha postura se da a conocer justo cuando el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) reportó que ya se rebasó la cifra de seis millones de ucranianos que huyeron de la nación, mientras que Unicef reveló que en el último mes fueron asesinados 100 niños, agravando la crisis.

Pese a la evidencia reportada, China fue una de las naciones que rechazó esta investigación, lo que se relaciona con su negativa a endurecer su postura contra el Kremlin, mientras que 12 aliados rusos, como Cuba, Venezuela, Bolivia y Pakistán, se abstuvieron de pronunciarse en contra de esta nación, replicando votaciones de resoluciones previas en los últimos tres meses.

Por lo anterior, la ONU exigió a ambos gobiernos detener las hostilidades para evitar que esta tragedia aumente, pues la ofensiva ahora se concentra en otros sitios como Mariupol, y también se sospecha que Ucrania pudo incurrir en violaciones a derechos humanos, presuntamente contra prisioneros de guerra.

Sin embargo, el Kremlin no respondió a la decisión, pero advirtió de “posibles represalias técnico-militares” ante los intentos de Finlandia de sumarse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), al acusar que dicho organismo busca expandir su espacio de actuación hasta sus fronteras.

El Ministerio de Exteriores sostuvo que una posible adhesión, como la que pugnan también Ucrania y Suecia, detonará “graves daños a las relaciones bilaterales”, al violar normas internacionales, lo que agrava la situación bélica, pues los intentos de Ucrania de integrantes a este organismo fue uno de las justificaciones que dio el Kremlin para atacar a Kiev desde el pasado 24 de febrero.

Por separado, el vocero, Dmitri Peskov, reprochó que las acciones promovidas desde Occidente representan una amenazan a la seguridad y a la estabilidad regionales que tanto busca Europa, mientras su gobierno sigue bombardeando Zaporiyia y Azovstal, región en la que Ucrania negocia la salida de 38 soldados gravemente heridos a cambio de soldados rusos detenidos.

En contraste, líderes europeos y de Finlandia sostienen que este paso fortalecerá a la región al promover planes similares y descartaron un riesgo militar ante los amagos de Rusia.

Además, ayer también se reportó que la firma rusa Gazprom cortó el suministro de gas que se mantenía a través del gasoducto que comunica con Polonia, elevando las acusaciones de que se usa este energético como arma de guerra.

Al respecto, Rusia aseveró que esta acción responde a la lista de hasta 30 naciones sancionadas por su postura “inamistosa”, amagando con dejar sin servicio a la región europea que insiste en apoyar militar y económicamente a Ucrania.

La Razón