El Celta no condicionó a Orbelín Pineda. El presidente del club gallego, Carlos Muoriño se anima y en sus ojos sobresale un súbito fulgor.
Para él no fue un error la contratación del mexicano, más allá de que haya jugado 94 minutos en un semestre para olvidar.
Por ende, se anima a colgarle un letrero de que es del Celta y le da una salida que Pineda mismo escogió, la de irse cedido a préstamo sin opción a compra al futbol griego, con el AEK de Atenas para reencontrarse con Matías Almeyda.
«Se va cedido sin ningúna opción y sin ningún beneficio para nosotros, porque la idea es repescarlo”.
La apuesta es que Orbelín Pineda tenga un buen mundial y de ese modo regresarlo a Balaídos.
«Orbelín se va porque a él le hace muchísima ilusión jugar en ese equipo, conoce muy bien al entrenador, ya lo tuvo antes (Almeyda)”.
Ocurrió con Orbelín Pineda toda una serie de sucesos que hay que ir deshebrando paso a paso. Primero porque se fue de Cruz Azul al Celta gracias a su representante, pero una vez en España el técnico Eduardo Coudet le dijo que no lo tomaba en cuenta.
«Debo reconocer que es una persona grandiosa y que no tengo más que las mejores palabras para él. Desde el día uno que llegó ha tenido una actitud encomiable y es por eso que no nos desprendemos de él”, afirmó Mouriño.
A Pineda le pusieron el listón muy alto en cuanto a la tentación equipos como Toluca y Chivas que estaban dispuestos a desembolsar cinco millones de dólares, pero el futbolista, terco, se aferró al futbol europeo.
ACUERDO MUTUO
El Celta, que aumentó su número de aficionados, mostró en sus análisis de medios que México es donde más seguidores tiene, después de España y cree Mouriño que esto se debió al impacto que causó Néstor Araujo en los últimos cuatro años que defendió su playera.
«La salida de Araujo se da por mutuo acuerdo. Nosotros somos un club de cantera, siempre pensamos en darle cabida a los jóvenes y con él no podíamos más que ofrecerle un contrato a un año”.
Apareció el América que le propuso una buena oferta económica y un contrato de tres años y el defensa no dudó en volver a México, “fue lo mejor, nos dejó felices”, dijo Mouriño.