El gobierno de Perú declaró persona non grata al embajador mexicano en Lima, Pablo Monroy Conesa, ante la insistente injerencia a raíz de la destitución y aprehensión del presidente Pedro Castillo por el fallido golpe de Estado.
Luego de que México asilara a la ex primera dama Lilia Paredes y a sus hijos, la canciller, Ana Gervasi, informó que la gestión de Dina Boluarte expulsó al funcionario en respuesta a las “reiteradas expresiones de las más altas autoridades de ese país sobre la situación política de Perú” y le dio un plazo de 72 horas para abandonar Lima, que enfrenta una de sus peores crisis con 28 muertos tras dos semanas de actos vandálicos.
En conferencia, la ministra de Exteriores insistió que esa postura es una violación al principio de no intervención. Y aunque no aludió directamente al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, o a su canciller, Marcelo Ebrard, más tarde en un comunicado sostuvo que la “inaceptable injerencia” del primero fue por sus declaraciones en torno a supuestos actos hostiles contra Castillo y cuestionar la legalidad de su captura. En tanto, Ebrard fue quien admitió que a la familia se le dio asilo y están en la sede diplomática de San Isidro —a la que se dirigía el exmandatario tras intentar disolver el Congreso—, a la espera de un salvoconducto para salir del país.
La canciller precisó que se le notificó a Monroy Conesa que tiene tres días para salir de la región, luego de que éste acudiera hasta la sede en la que está recluido Castillo Terrones, quien cumple una pena de 18 meses de prisión.
«El gobierno de Perú ha declarado persona non grata al embajador de México en Perú, Pablo Monroy, por las reiteradas expresiones de las autoridades de ese país sobre la situación política de Perú…»
Ana Gervasi, Canciller de Perú
Cabe destacar que desde hace unos días el Ministerio de Exteriores le transmitió al embajador “la extrañeza de las expresiones del Presidente Andrés Manuel López Obrador y del canciller Marcelo Ebrard”, hecho que sugirió podría afectar el lazo de amistad y cooperación.
Asimismo, Gervasi precisó que Perú seguiría combatiendo la corrupción al enjuiciar a los responsables de este delito, uno de los casos penales abiertos en contra de quien fue capturado el pasado 7 de diciembre.
En respuesta, México instruyó a Monroy Conesa a volver al país para “resguardar su seguridad e integridad”.
Y pese a ese diferendo la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) dijo que mantendrá abierta la comunicación con Perú, en donde su representación continúa con normalidad con sus actividades. Más tarde, Ebrard, quien calificó la decisión de “infundada y reprobable”, indicó que esta acción no hará que México cambie su postura, en referencia a una clara molestia por asilar a la familia de Castillo.
A la par de la conferencia, la Cancillería rechazó una persecución contra la esposa de Castillo, coautora de una organización criminal por presuntas licitaciones a modo, y sus dos hijos. En un comunicado garantizó salvoconductos para los tres, con los que ayer abandonaron la embajada rumbo a la Ciudad de México.
Con dicha medida, Lima garantiza un posible retorno de la protegida de México, pues recordó que al aceptar esta condición en un futuro puede “solicitar la eventual extradición de la señora Paredes Navarro”, en caso de que autoridades peruanas así lo requieran, pues reiteró que hay una investigación en su contra por una presunta red criminal con la que el exmandatario desvió recursos junto a familiares e integrantes del gabinete.
Avalan adelanto electoral
Luego de presiones y nuevas propuestas, el Congreso peruano aprobó adelantar las elecciones presidenciales para 2024, dos años antes de que concluyera la gestión de Castillo Terrones.
Con 93 votos a favor y tras un largo debate, el Pleno respaldó el proyecto de la Comisión Constitucional para que los comicios para elegir al o la sucesora de Dina Boluarte tras la crisis sean en abril del 2024, con miras a calmar los ánimos y la violencia en varias provincias.
Con ello, el Poder Legislativo rechazó el plan “B” de la mandataria, quien dijo que era posible hacerlo cuatro meses antes, en diciembre del 2023, al ratificar que dejaría el poder, en medio de las demandas de la población que insisten en acelerar este proceso para garantizar la estabilidad y tranquilidad de Perú.
Hecho ante el que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) reconoció la viabilidad de realizar las elecciones en un año, pues el líder, Jorge Salas, se dijo listo para asumir el reto y “sembrar la paz”, hecho en el que se sacrificarían las primarias.
Tampoco se admitieron las propuestas de Perú Libre ni Renovación Popular. La primera bancada, que respaldó a Castillo a la presidencia, demandó añadir la convocatoria de una Asamblea Constituyente, hecho que también solicitó el izquierdista aún en funciones; mientras que la otra fuerza pidió destituir a los funcionarios de los órganos electorales, pues según la propuesta por escrito debían renovarse los cargos del JNE, la Oficina Nacional de Proceso electorales (ONPE) y el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec).
Pese a la votación, la decisión final recae en la siguiente legislatura, pues se prevé que en febrero se dé un segundo sufragio en torno al cambio constitucional para acortar el mandato.
México concede asilo a la familia de Pedro Castillo
La familia del depuesto presidente de Perú, Pedro Castillo, ya se encuentra bajo protección mexicana en la embajada de nuestro país, que se considera territorio nacional, informó el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard.
“El asilo ya se les concedió —a la esposa de Castillo, Lilia Ulcida Paredes Navarro, y a sus dos hijos menores de edad—, porque están en territorio mexicano; es decir, están en nuestra embajada, y cuando están en la embajada les concedes el asilo.
“Es una decisión independiente, soberana de México”, dijo el Canciller, en conferencia de prensa en Palacio Nacional, horas antes de que el Gobierno peruano declarara persona non grata al embajador mexicano en ese país, Pablo Monroy.
La embajada mexicana también tramitó un salvoconducto ante el Gobierno de Dina Boluarte, para que la familia del expresidente pudiera volar a nuestro país.
“Ahora lo que se está negociando, ¿qué sería? El salvoconducto para que, si desean salir, lo puedan hacer y venir a México, si así lo desean. Pero están en territorio mexicano porque es nuestra embajada”, explicó Ebrard Casaubon.
El secretario detalló la situación que prevalece con nuestros connacionales en Perú, donde cerca del 80 por ciento ya fueron repatriados o están por regresar.
“Tenemos 540 nacionales mexicanos registrados en Perú a partir de los acontecimientos que nos ocupan. La embajada de México, a cargo de Pablo Monroy, estableció contacto con todas. De este universo, los que nos preocupaban eran dos grupos en particular: 312 en la región de Cusco, que tiene una importancia turística evidente, y un equipo (de futbol) en Trujillo, que afortunadamente ya llegó a México”, dijo el Canciller.
Entre los mexicanos que permanecían en Cuzco, la SRE le brindó apoyo a 19 personas que se quedaron sin recursos económicos para pagar su hospedaje. También asistió a 43 mexicanos recibieron ayuda para regresar de Lima a México con apoyo de la empresa Aeroméxico.
“Tenemos también unas personas que estaban en una caminata en Machu Picchu, que afortunadamente también ya las pudimos ubicar y movilizar. Tenemos 29 personas que se movieron de Cusco a Lima, con un vuelo humanitario que se consiguió allá”, dijo, y abundó que este martes se daría apoyo adiconal a 25 personas que vuelan de Lima a México.
En su oportunidad, el Presidente Andrés Manuel López Obrador destacó la labor del embajador Pablo Monroy, que había logrado rescatar a un gran número de mexicanos varados desde hace días, debido al cierre de aeropuertos por los disturbios en el país andino.
“Tenemos un buen embajador, que ha estado trabajando y, sin el apoyo de la Fuerza Aérea, logró el traslado de mexicanos que estaban en Perú. Este embajador ha estado moviéndose y ya llegó el equipo de futbol que estaba allá y ha estado utilizando líneas comerciales y no ha sido necesario enviar el avión de Fuerzas Armadas”, reconoció el primer mandatario.