Tras la tormenta del martes, los mercados financieros tratan de encontrar tranquilidad en los nuevos datos económicos, pero aún mantienen los estragos de que la cruzada contra la inflación será larga.
Mientras tanto, la inflación mensual al productor en Estados Unidos se desaceleró, pues fue de 0.1 por ciento en agosto, luego de una de 0.4 por ciento en julio, en línea con las previsiones. Los precios de los bienes bajaron 1.2 por ciento, liderados por una caída de 12.7 por ciento en el costo de la gasolina. Así, la inflación anual bajó de 9.8 a 8.7 por ciento.
En la apertura, el peso mexicano se aprecia 0.21 por ciento, cotizando en el mercado en alrededor de 20.0235 unidades por dólar.
De acuerdo con datos de Monex, la divisa mexicana es la octava moneda emergente que presenta mayores ganancias frente al dólar esta mañana.
Tras la peor sesión en Wall Street en más de dos años, debido al temor de un aumento más drástico en las tasas de referencia en Estados Unidos, en donde las probabilidades de un aumento de 1.0 por ciento pasó de cero a 30 por ciento, el dólar a nivel mundial retrocede.
El índice del dólar DXY registra una caída de 0.32 por ciento, a 109.180 unidades.
Las solicitudes de hipotecas en Estados Unidos cayeron 1.2 por ciento la semana pasada. Es la quinta caída consecutiva, ya que las solicitudes para refinanciar un préstamo hipotecario retrocedieron 4.2 por ciento, compensando un aumento de 0.2 por ciento en las solicitudes de compra de una vivienda.
Los mercados accionarios de Estados Unidos perfilan a iniciar la sesión con ganancias en promedio de 0.20 por ciento, según los futuros de los principales índices.
Los futuros del crudo WTI rondan los 87.20 dólares por barril, con una caída de 0.13 por ciento, cotizando en un rango estrecho esta semana, mientras los inversionistas continúan evaluando las perspectivas de la demanda mundial.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) espera que el crecimiento del consumo mundial de petróleo se debilite en el último trimestre de 2022, a medida que se intensifique la desaceleración económica. Aun así, la agencia prevé que la demanda repunte con fuerza en 2023. Sin embargo, la OPEP mantuvo sus pronósticos de un crecimiento sólido de la demanda mundial para este y el próximo año.