Petróleos Mexicanos (Pemex) acumuló una pérdida de 1.3 billones de pesos durante el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, y solo pudo obtener utilidades en dos de los seis años de la administración de Octavio Romero Oropeza, revelaron los reportes financieros de la empresa.
De manera detallada, se pudo observar que la petrolera solo presentó ganancias en 2022 y 2023, con utilidades de 100 mil millones y 109 mil millones de pesos, respectivamente, debido en buena medida, a la baja del pago de impuestos (Derecho de Utilidad Compartida).
Sin embargo, Pemex reportó pérdidas en 2019 (347.9 mil millones de pesos), 2020 (509.1 mil millones de pesos) y 2021 (294.8 mil millones de pesos), mientras en los primeros nueve meses de 2024, los números rojos ascienden a 430.1 mil millones de pesos, su mayor nivel desde 2020.
Tan sólo en el tercer trimestre de este año, la petrolera nacional registró pérdidas por 161 mil 455 millones de pesos, lo que representó su mayor deterioro para un periodo similar desde 2016, reveló el reporte financiero entregado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Arnulfo Rodríguez, analista económico de BBVA Research, explicó que el principal factor que influyó desfavorablemente en los resultados financieros de Pemex fue una pérdida cambiaria por 130 mil millones de pesos y menores volúmenes de ventas de hidrocarburos.
Tan solo en el último año, se observó una caída en la producción de hidrocarburos de 107 mil barriles diarios, “para incrementar la producción petrolera en este año y los siguientes se requerirá de una mucho mayor aportación de los nuevos campos ya que el declive natural de los campos maduros continuará”, dijo el experto.
Urge reforma
En este contexto, Pemex trabaja con la Secretaría de Hacienda en un régimen fiscal que permita que la petrolera siga contribuyendo a las finanzas públicas, pero a su vez, reconozca la ‘nueva realidad de la empresa’, afirmó en conferencia con inversionistas, Víctor Rodríguez Padilla, director general de Pemex.
“(Implementaremos) un abanico de acciones que permitirán alcanzar ese resultado, vamos a reducir costos, elevar ingresos, cancelar subsidios, depurar pasivos, refinanciar deudas, focalizar inversiones y adaptar el régimen fiscal a la nueva realidad”, apuntó.
Enfatizó que, con el nuevo régimen fiscal, se fortalecerá la posición financiera de la empresa sin dejar de contribuir a la hacienda pública ni debilitar la seguridad energética.
“Un régimen fiscal renovado nos permitirá aprovechar campos que en las condiciones actuales no resultan económicamente viables”, dijo.
Alejandra Marcos, directora de análisis de Intercam, coincidió en que estos números manifiestan que la petrolera sigue evidenciando la imperiosa necesidad de realizar una reforma operativa y financiera.
“Las necesidades de capital para revertir la caída en producción son considerables, al tiempo que consideramos que Pemex es el punto más vulnerable de las finanzas públicas”, y detalló que tan solo el próximo año, la empresa requerirá recursos cercanos a los 17 mil millones de dólares, de los cuales, siete mil millones de dólares provienen de vencimientos de deuda, y 10 mil millones de flujo requerido para poder seguir operando, por lo que continuará necesitando el apoyo del gobierno.
Buscará ser fuerte
Juan Carlos Carpio Fragoso, director corporativo de finanzas de Pemex, señaló en la llamada con inversionistas que la nueva administración de la petrolera establecerá diversas estrategias para fortalecer su posición financiera, pues “habrá una continuidad de apoyo del gobierno a Pemex”, dijo.
También se implementarán estrategias para administrar los pasivos de la empresa. Hasta septiembre de 2024, Pemex ha logrado pagar 332 mil 470 millones de pesos a proveedores y contratistas.
Con todos estos planes, Ramsés Pech, socio en Caraiva y Asociados, se cuestionó si Pemex podrá llevar a cabo todos los proyectos con el mismo presupuesto.
“Aunque en el caso de extracción podría haber inversión privada, no creo que vayan a ser farmouts, ya que ese esquema lleva un largo tiempo para su autorización, pero podría haber contratos de obra pública financiados por privados; tampoco veo viable que Pemex explote minas a cielo abierto de litio”, apuntó.