Prensa es silenciada en Michoacán, Guerrero y Tamaulipas, alerta SIP

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) alertó que en los estados de Tamaulipas, Michoacán y Guerrero se han convertido en zonas de silencio absoluto, debido a la violencia que padece la prensa.

La organización advirtió que en dichos estados ya no se publican informaciones sobre seguridad, policía o algunos contenidos políticos, con el fin de proteger la integridad física de los periodistas.

“En este entorno de descomposición es que se han registrado cientos de agresiones de delincuentes y miembros del crimen organizado, en busca de inhibir la labor informativa”, refirió en su informe preliminar sobre México, presentado en el marco de su reunión de medio año sobre libertad de prensa y sostenibilidad de los medios de comunicación.

Señalamientos

Las acusaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia la prensa forman parte del entorno de violencia, indicó la SIP.

El reporte añade que, en tres años, Artículo 19 ha contabilizado 1,945 ataques a la prensa por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, así como 30 asesinatos a periodistas y dos desapariciones, y que de diciembre del 2018 al 2021, desde la Presidencia, los ataques a periodistas aumentaron 85 por ciento.

Ante ello, la SIP subraya que las principales organizaciones no gubernamentales del mundo coinciden en el grado de peligrosidad que existe en el país para ejercer el periodismo.

La organización, compuesta por más de 1,300 medios del hemisferio occidental refiere que, desde octubre pasado, 10 periodistas han sido asesinados, todos ellos en zonas de provincia; la mayoría con antecedentes de amenazas y solicitudes de protección.

El reporte considera que, en el caso de México, si bien el mecanismo de protección ha permitido salvar la vida de decenas de reporteros al brindarles protección, continúa sin ser eficaz para brindar protección oportuna y segura.

La SIP también puso especial atención a lo que llamó “la furia del López Obrador”, generada por las investigaciones periodísticas sobre su familia y entorno cercano.

El Economista