El Gobierno de la Ciudad de México reforzó el servicio de apoyo de transporte público por el cierre de la línea 1 del Metro con el doble de unidades del Mexibús de Pantitlán a Balderas, 40 autobuses más del Metrobús e igual número de trolebuses.
En las instalaciones del C5, desde donde supervisó el operativo, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, aseguró que por segundo día consecutivo el traslado de alrededor de 300 mil usuarios ocurrió sin incidentes y de manera ordenada.
Así se reflejó a lo largo del tramo Salto del Agua-Pantitlán, donde se observó una mayor fluidez de las unidades de transporte y de los pasajeros. En la estación provisional de Balderas se confinó un espacio sobre el camellón de la avenida Arcos de Belén para dar paso a adultos mayores o personas con alguna discapacidad.
En la terminal, cuando se acumula gente en la fila, los autobuses de la Red de Transporte de Pasajeros abren las dos puertas para que la gente los aborde sin costo alguno.
Algunos usuarios reportaron incrementos de hasta 50 por ciento en sus tiempos de traslado, debido a que han optado por las rutas alternas ante la saturación de la línea 9, en las que se ha hecho ajustes, como ocurrió con el Trolebús, para facilitar el acceso de los usuarios.
La línea 4 del Metrobús, que corre de Pantitlán a Metro Hidalgo, fue otra alternativa para cientos de personas, al mantener una frecuencia de paso de tres minutos, además de que para evitar aglomeraciones el personal del organismo dosificó su ingreso.
Por otra parte, locatarios establecidos en los pasillos de la estación Balderas del Metro que comunican las líneas 3 y 1, aseguraron que las ventas de sus productos como accesorios de telefonía, libros, artículos para fotografía y dulcerías se desplomaron entre 50 y 70 por ciento. Dijeron estar preocupados porque pueden perder su trabajo, como ocurrió con los vendedores de las estaciones cerradas.