Respecto a esto, Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco Base, señaló que, pese a este crecimiento observado, es muy pronto para concluir que estos recursos crecerán a un ritmo más acelerados durante el resto del tercer trimestre.
Explicó que, el crecimiento de las remesas es relevante ya que explican el saldo positivo de la subcuenta de ingreso secundario de la cuenta corriente, la cual mostró un superávit de 14 mil 849.9 millones de dólares, permitiendo que el déficit de cuenta corriente fuera relativamente moderado en 704.5 mil millones de dólares, a pesar de que creció el déficit de la balanza de bienes, explicado a su vez por el déficit de la balanza petrolera.
El flujo de remesas de los últimos 12 meses, detalló, se ubicó en 56 mil 206.10 millones de dólares, registrando un aumento de 1.36 por ciento con respecto al mes previo, equivalente a 715.73 millones de dólares.
Con las cifras que se tienen hasta el momento, se espera que hacia el cierre de este año se genere un flujo de remesas de 58 mil 194 millones de dólares, mostrando un crecimiento de 12.81 por ciento, en comparación con el año pasado.
Asimismo, previó que para agosto, octubre y diciembre vuelva a superar el techo de los 5 mil millones de dólares, mientras que, de manera estacional, se espera que en septiembre y noviembre se contraiga la llegada de dichos recursos.
Pese a menor PIB, más envíos
En un análisis, BBVA Research recordó que la semana pasada el US Bureau of Economic Analysis (BEA) señaló que la economía de Estados Unidos se contrajo en 0.6 por ciento durante el segundo trimestre del año.
Este dato, sumado con la caída reportada de 1.6 por ciento en el primer trimestre apuntan a que Estados Unidos se encuentra en una “recesión técnica”, es decir, cuando se presenta una variación negativa del PIB por dos trimestres consecutivos o más.
Sin embargo; “paradójicamente”, el nivel de empleo en esa nación se encuentra boyante, luego de que la tasa de desempleo a nivel nacional se ubicó en el séptimo mes del año en 3.5 por ciento, mismo nivel observado en meses previos al inicio de la pandemia, y registrado antes de 1970.
Es decir que la tasa de desempleo en Estados Unidos se encuentra en niveles muy bajos, que, a su vez, favorece a la población migrante mexicana, la cual tiene 11.9 millones de habitantes en Estados Unidos, por lo que los migrantes mexicanos tienen más recursos económicos que pueden enviar a los hogares en México.
“Mientras el nivel de desempleo en Estados Unidos se mantenga en niveles tan bajos, continuará llegando a México importantes montos de remesas”, sostiene el análisis.
Las remesas mostraron un crecimiento acelerado desde la pandemia, debido a las medidas de apoyo por desempleo que impulsaron el consumo, así como por la rápida recuperación económica impulsada por la postura monetaria y fiscal del país vecino ampliamente flexible, detalló Banco Base.
Empeora expectativa de inflación a 8.15%
Analistas privados consultados por el Banco de México (Banxico) elevaron expectativa de inflación para el cierre del 2022, de 7.83 a 8.15 por ciento y con ello sumó 13 meses al alza, pero también mejoraron su pronóstico de crecimiento económico de 1.78 a 1.93 por ciento, por cuarto mes consecutivo.
De acuerdo con la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado correspondiente a agosto del 2022, revisaron al alza su estimación de inflación para 2023 de 4.58 a 4.62 por ciento, con lo que ligó 13 meses de aumentos.
Para el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) correspondientes a 2023, recortaron sus proyecciones de 1.51 a 1.31 por ciento, su noveno mes de recortes de forma consecutiva, según la media de los pronósticos de la encuesta recabada por el Banxico entre 38 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero entre el 16 y 30 de agosto.
Los especialistas esperan además que la tasa de fondeo interbancario culmine el cuarto trimestre de este año en 9.70 por ciento, contra el 9.61 por ciento del mes previo, mientras que para el 2023 prevén que al cuarto trimestre se ubique en 9.17 por ciento, desde el 9.13 por ciento anterior.
Además, prevén fortaleza para la moneda mexicana en este año, ya que recortaron su expectativa a 20.76 pesos, desde 20.80 pesos por dólar el mes previo, pero para el año próximo también ajustaron su pronóstico a la baja, a 21.19 pesos por dólar, desde 21.27 pesos por unidad.
Los analistas mantuvieron sin cambio su previsión en cuanto al número de trabajadores asegurados en el IMSS para el cierre de este año en 564 mil puestos formales, mientras que para el cierre del 2023 la ajustaron a la baja, a 419 mil plazas desde 434 mil.
Para la tasa de desocupación, los consultados bajaron sus pronósticos de una tasa de 3.66 por ciento en julio a 3.56 por ciento en agosto, lo mismo que para 2023, de 3.72 a 3.68 por ciento, respectivamente.
Los analistas consideran que los factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico de México en los próximos seis meses son, a nivel particular, los problemas de inseguridad pública (18 por ciento de las respuestas); las presiones inflacionarias en el país (13 por ciento) y otros problemas de falta de estado de derecho (10 por ciento).
Le siguen la incertidumbre política interna (9 por ciento), así como la debilidad en el mercado externo y la economía mundial; la incertidumbre sobre la situación económica interna; el aumento en precios de insumos y materias primas y la política monetaria que se está instrumentando (5 por ciento, cada uno).
Sobre la percepción que tienen los analistas respecto al entorno económico actual, las fracciones de analistas que opinan que el clima de negocios mejorará en los próximos seis meses o que permanecerá se mantuvo en 11 por ciento.
En tanto, los que piensan que el clima de negocios permanecerá igual retrocedió de 41 por ciento en julio a 33 por ciento en agosto y los que consideran que este empeorará aumentó al 56 por ciento con respecto al mes anterior, de 49 por ciento y es el preponderante en esta ocasión.