La bomba populista ultraliberal, que se temía fuera a explotar en Argentina la noche electoral del domingo, con la victoria anunciada en las encuestas del líder de extrema derecha, Javier Milei, acabó en poco más que un petardo.
Contra todo pronóstico, el candidato oficialista, Sergio Massa, ganó cómodamente las elecciones presidenciales argentinas, con un 36.15% de los votos, seis puntos por encima del voto cosechado por Milei (30.31%).
Las últimas encuestas anunciaban justo lo contrario: la victoria del candidato ultra, unos cuatro y cinco puntos por encima del candidato oficialista, pese a que tenía en contra la grave crisis económica, la popularidad en mínimos del presidente Alberto Fernández… y la traición de última hora de la expresidenta Cristina Fernández, quien lejos de apoyar al peronista, dijo tras emitir su voto que ella no tenía nada que ver con los errores de su propio gobierno: “No me escucharon”.
Massa supera por más de 1.5 millones de votos a Milei, para estupefacción del candidato que ganó las primarias de agosto. Aunque pasa a segunda vuelta, Milei no debe tener muchos motivos para festejar su 53 cumpleaños a lo grande, que se celebra precisamente este domingo.
En donde no fallaron las encuestas fue en el tercer puesto logrado por la candidata derechista, Patricia Bullrich (23.61%).
La derrotada Bullrich con la llave de la presidencia
Pese a la dura derrota de la candidata del expresidente conservador, Mauricio Macri, Bullrich no hizo público de inmediato su apoyo al líder de extrema derecha, aunque comparte con él una misma obsesión: sacar al peronismo kirchnerista del poder.
Luego de reconocer su derrota, Bullrich se negó a felicitar a Massa, con un guiño a Milei: “No voy a felicitar a quien forma parte del peor gobierno de la historia de Argentina”.
Sobre su futuro como líder del centroderecha argentino, muy debilitado tras este resultado, Bullrich admitió que “serán otros los que avancen” para que Juntos por el Cambio recupere el poder en Argentina.
Milei busca el voto anti-K
Pese a su amargo segundo puesto, Milei se dirigió a sus simpatizantes con su habitual oratoria agresiva, en la que pidió que se unan los argentinos que no quieren ver más en el poder al peronismo.
“Estoy dispuesto a hacer tabula rasa, a barajar y dar de nuevo para terminar con el kirchnerismo», dijo desde el búnker electoral. “Hoy es un día histórico. Dos tercios de los argentinos votaron por un cambio, una alternativa a este gobierno de delincuentes que quieren hipotecar nuestro futuro”, agregó en su habitual tono incendiario mientras el público cantaba: “Se siente, Milei presidente”.
Con el ambiente ya caldeado, Milei proclamó: “Haber hecho la mejor elección de la historia para el liberalismo en Argentina, nos llena de orgullo”, y recordó que logró armar su movimiento en “solamente dos años”, que le ha dado, además, 40 diputados y ocho senadores.
Lo que sí no hizo Milei, a diferencia de algunos de sus contrariados y enojados seguidores es denunciar fraude.
“No les voy a fallar”
En cuanto al triunfador de la noche, un emocionado Massa salió pasadas las once de la noche a hablar a la militancia que en el centro de campaña lo recibió al grito de “¡Presidente!”.
Solo sobre el escenario agradeció a los 35 millones de argentinos habilitados para votar y celebró la remontada desde las primarias de agosto, cuando el peronismo obtuvo uno de los peores resultados en décadas.
“Sé que muchos de los que nos votaron son los que más están sufriendo. No les voy a fallar”, aseguró el secretario de Economía responsable de una de las peores crisis económicas que sufre el país, con la inflación desbocada y la pobreza en máximos.
Remontada peronista
Además de alzarse con la victoria en primera vuelta, el peronismo recuperó casi 2.5 millones de votos más en las elecciones de este domingo en comparación a las primarias de agosto.
Además de ser la fuerza más votada en la provincia de Buenos Aires (el mayor colegio electoral del país), el peronismo arrebató al partido de Milei otras cinco provincias que su movimiento ultra logró en agosto: Tucumán, La Rioja, Río Negro, La Pampa y Santa Cruz.