Rusia cobra venganza por ataque en Makivka

El ejército ruso lanzó una severa ofensiva contra las fuerzas ucranianas en la zona de Kramatorsk, como represalia por el mayor golpe contra sus tropas desde que comenzó la invasión.

Fuentes del Ministerio de Defensa del Kremlin aseguraron que la nación invadida perdió a 600 de sus hombres en uno de los bombardeos más letales contra dos inmuebles de la región cercana a Kiev en una acción que los ocupantes calificaron de “operación venganza” al identificar a los grupos especiales de reconocimiento y sabotaje, esto como respuesta al golpe contra sus bases de operación en Ma-

kivka, de acuerdo con el vocero del ejército ruso, Igor Konashenkov.

En declaraciones difundidas por agencias locales, los invasores señalaron que cobraron la muerte de 89 de sus combatientes al ubicar a las bases enemigas, una nueva advertencia sobre el terror que están dispuestos a provocar contra los defensores locales, mientras ese gobierno se desiste a negociar.

Sin embargo, como en aquella ocasión Moscú y Kiev chocaron por el saldo de víctimas al descartar que registraran bajas, pues sólo hubo daños materiales al mostrar algunas imágenes del ataque, mismas que no evidencian el impacto que presumen los rivales.

Aunque los rusos resaltaron que eliminaron a cientos de los ucranianos, las fuerzas de Volodimir Zelenski dijeron que no hubo ninguna víctima civil o militar tras confirmar el lanzamiento de hasta siete misiles rusos contra cuarteles de los defensores.

No obstante, admitió que la situación representó un nuevo golpe contra sus instalaciones al causar severos daños a la infraestructura como escuelas, viviendas, bases eléctricas, una zona industrial en Kostiantinivka y hasta centrales térmicas, lo que supone un nuevo revés contra las fuerzas que sobreviven entre constantes apagones desde antes de que iniciará el invierno.

Sin embargo, el Kremlin recalcó que sí hubo bajas y fueron de las mayores desde febrero pasado, pero el rival intenta minimizar el golpe, pues según datos proporcionados por su inteligencia en la zona usada como dormitorio había hasta 700 personas, pero sólo 100 salieron con vida, lo que recuerda a que Ucrania se jactó de matar a unos 400 rusos el pasado 1 de enero, pero líderes del país vecino aseguraron que las pérdidas fueron infinitamente menores a los hasta 300 mil reclutas que se unieron a su operación en meses pasados, poco después de la anexión de cuatro territorios fronterizos, que son clave en los objetivos militares y políticos de Vladimir Putin.

Y pese al golpe a la infraestructura, los defensores siguen reforzando su protección y posiciones estratégicas en sitios como Bajmut y Liman, con apoyo de aliados, pues gracias a las entregas que se siguen haciendo en su favor ayer derribaron tres helicópteros rusos y recuperaron a 50 soldados que estaban en cautiverio, sin detallar de qué zona provienen.

Asimismo, repelieron hasta 16 de los casi 30 lanzamientos de misiles contra fuerzas en Donetsk y Zaporiyia, al mostrar fotografías de sus combatientes lanzando proyectiles para evitar que los rivales den en los blancos previstos, pues como señaló Zelenski cada fracaso ruso es una victoria para los suyos, ya que retrasa o frena por completo los avances de los terroristas.

Pero no todo son logros para los ucranianos, pues otra vez se ven obligados a responder los ataques, luego de que el Kremlin acusara a los ucranianos de no respetar la supuesta tregua navideña de 36 horas, medida unilateral anunciada por Putin.

La Razón