Rusia desplegó a sus fuerzas en la frontera con Finlandia para contrarrestar el expansionismo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que adelantó que ese territorio será su integrante 31.
En su intento por evitar el crecimiento de esa alianza en plena guerra Vladimir Putin la fortaleció, declaró el secretario del organismo, Jens Stoltenberg, al sostener que éste “consiguió lo contrario” a lo planeado, con lo que serán “más fuertes” al tiempo que ratificó su compromiso con Volodimir Zelenski, pues el suministro de armas es a largo plazo.
Incluso, resaltó la estrategia de proteger a cada aliado mientras alista la bienvenida oficial a Finlandia en uno de los procesos más rápidos, pues su integración llega 10 meses después de la solicitud formal tras el reciente aval de Turquía, un duro golpe al Kremlin ante las tensiones a más de un año de la invasión.
Stoltenberg agregó que no hay planes para atacar a Moscú, como acusa éste, pero que sí están obligados a redoblar la vigilancia, aunque rebajó el riesgo nuclear al apuntar que no existe tal amenaza, pese al intento de intimidarlos con el traslado de armas tácticas a Bielorrusia.
«No hay indicios de que (el presidente ruso Vladimir) Putin se esté preparando para la paz. Se está preparando para más guerra…»
Jens Stoltenberg, Secretario general de la OTAN
Dicha acción fue tachada como una afrenta por Rusia, pues cada día la OTAN opera más cerca de su frontera, aumentando las tensiones.
Ante ello, el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Alexandr Grushko, adelantó “reforzaremos nuestro potencial bélico”, según la agencia RIA Novosti, al insistir que responderán a cada desafío para defenderse y disuadir al rival.
Por separado, Putin desestimó que esa nación los intimide, pero adelantó que sí deberá tomar precauciones si intenta amenazarlos, por lo que el ejército se sumó a la estrategia al advertir que dará los pasos necesarios por su seguridad, pues no descartan actos en su contra.
En otro escenario las fuerzas invasoras acusaron a grupos especiales de Ucrania de orquestar el “atentado terrorista” contra el líder nacionalista y supuesto corresponsal de guerra Vladlen Tatarsky, quien falleció tras una explosión.
Sin mostrar evidencia del atentado en una cafetería de San Petersburgo el Comité Nacional Antiterrorista confirmó que se trató de un acto planeado “cuidadosamente” en territorio enemigo, pues éstos usaron a una ciudadana rusa que se opone a la invasión.
En tanto, la Policía arrestó a Darya Trepova como autora material del ataque cuando planeaba escapar a Uzbekistán; posteriormente, el gobierno difundió un video en el que la joven de 26 años confesó el crimen, pues ella entregó la estatuilla que le explotó a Tatarsky, quien ayer fue condecorado por Putin al concederle la Orden al Valor de manera póstuma, en un gesto contra los ucranianos.
Y en el campo de batalla ambos bandos chocan por Bajmut luego de que los mercenarios del Grupo Wagner aseguraron que echaron a los defensores y hasta colocaron una bandera rusa, pero Kiev desmintió tal acción y afirmó que sólo se trata de “noticias falsas” de un sector que no logra avances en uno de los puntos más críticos del momento.