Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, afirmó que la compra de gas natural durante el sexenio pasado tenía como propósito aumentar las plantas de ciclo combinado para hacer eficiente la producción de energía eléctrica, pero se debe investigar cuál fue el trasfondo de comprar más combustible del que se requería.
Luego de que este diario informara que en el anterior gobierno se compró combustible para termoeléctricas que nunca se hicieron, la mandataria capitalina señaló que desconoce si fue irregular, pero lo que “sí es que no se requería, por lo menos en este momento, tanto gas como fue planteado.
“Se hizo un contrato excesivo, desde mi punto de vista, pero afortunadamente creo que ya hubo una negociación que encabezó el presidente, Andrés Manuel López Obrador, que se ha hecho pública, en la que participó la Comisión Federal de Electricidad y la Secretaría de Energía. Lograron un acuerdo muy favorable para el país, en términos de esta fuente de energía fósil, que aun cuando es un hidrocarburo tiene menos impactos ambientales que el combustóleo o que incluso el diésel.”
Sheinbaum refirió que el acuerdo para adquirir gas natural se hizo durante la década de los noventa, pero se refrendó en el sexenio pasado, principalmente para los ciclos combinados.
Explicó que hasta los años setenta la generación de energía eléctrica se hacía en las termoeléctricas con tecnología que usaba combustóleo o gas, en las que sólo se utiliza alrededor de 33 por ciento y el resto se desperdiciaba en calor, es decir, con una eficiencia muy baja.
En contraste, el gas natural tiene la gran virtud de que se desarrolló una tecnología que se llama de ciclo combinado, la cual cuenta con dos turbinas o dos esquemas de generación de energía en la misma planta.
“Una turbina, que es parecida a la de un jet, ahí se genera una parte de la electricidad y el aire caliente que sale de ahí todavía tiene una temperatura muy grande y puede utilizarse en otra turbina”.
Es decir, la eficiencia de los ciclos combinados frente a una termoeléctrica tradicional aumenta alrededor de 50 por ciento. Esa fue una apuesta que hizo México con el gas natural, desde mediados del 94, y desde entonces toda la planeación energética estaba orientada a ir creciendo en este tipo de plantas.