La intención del gobierno mexicano de completar sus proyectos prioritarios de infraestructura antes de que acabe el sexenio genera incertidumbre jurídica a la inversión. Sin embargo, se mantiene una positiva perspectiva en el país, afirmó UBS.
“Los inversionistas se preguntan ahora si la toma de un tramo de 120 kilómetros de ferrocarril en el estado de Veracruz, antes propiedad de Grupo México, se trata de casos puntuales o del inicio de una tendencia más amplia. Apostamos por lo primero y creemos que son medidas estrictamente relacionadas con la intención del gobierno de completar sus proyectos prioritarios de infraestructura antes de que acabe este sexenio”, sostuvieron Gabriela Soní, directora de estrategias de inversión en UBS México, y Alejo Czerwonko, director de estrategias de inversión de mercados emergentes de las Américas en UBS.
Por lo tanto, observaron una baja probabilidad de que se convierta en una pauta generalizada en todos los sectores. En cualquier caso, dijeron, son medidas que erosionan la confianza de los inversionistas en un momento en el que México debería reforzar su capacidad para aprovechar las oportunidades planteadas por la relocalización de cadenas de suministro (nearshoring).
La combinación de una economía resiliente, con una desaceleración de la inflación, ausencia de desequilibrios macroeconómicos, credibilidad del Banco de México y las oportunidades de la relocalización de empresas proporcionan una positiva perspectiva de inversión en el país.
Así lo afirmaron los especialistas de UBS, quienes alertaron que pese a la favorable combinación de elementos económicos, el aumento de la incertidumbre jurídica puede empañar los fundamentales relativamente sólidos del país.
En su reporte: «Invirtiendo en México, más noticias buenas que malas», los especialistas prevén que la deuda pública local mexicana seguirá atractiva ahora que el Banco de México ha puesto fin a su ciclo de subidas.
“Se espera que los tasas reales suban en los próximos meses conforme siga moderándose la inflación, lo que debería preservar la ventaja del peso mexicano en cuanto al carry, por tasas de interés, los déficits fiscal y por cuenta corriente manejables del país, la solidez de las remesas y el impulso positivo generado por las oportunidades de relocalización de la producción. A nuestro juicio, estos factores deberían seguir respaldando al peso a corto plazo”, afirmaron.