La mañana del domingo aún era joven cuando el oriente cubano se estremeció con una fuerza que sus habitantes pocas veces han visto. Luego el Servicio Sismológico Nacional confirmó que se trataba de un terremoto de magnitud 6, y más tarde una réplica que alcanzó la magnitud de 6.7. Las autoridades aseguran que se registran daños materiales y varios usuarios en redes sociales han comenzado a reportar secuelas en sus viviendas y locales estatales.
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