El antivirus es uno de los programas esenciales que todos debemos tener en el ordenador. Este es el encargado de vigilar todo lo que ocurre en nuestro PC, los archivos que abrimos y los procesos que se cargan, de manera que, si uno de ellos es peligroso y puede contener virus, lo bloquee correctamente antes de que afecte a nuestro PC. El problema es que los antivirus no siempre funcionan bien, y cuando algo va mal pueden llegar a dar verdaderos dolores de cabeza.
Para poder funcionar y desempeñar su labor, los antivirus se instalan a muy bajo nivel dentro del sistema operativo. En concreto, a nivel del Kernel, o núcleo, del SO. Gracias a ello tienen el mayor nivel de privilegios sobre el sistema para poder analizar, bloquear o eliminar todos los archivos que puedan ser potencialmente peligrosos. Sin embargo, al ser un programa tan sensible, cualquier fallo, problema o error va a afectar a prácticamente todo el sistema operativo.
Si crees que tu antivirus está funcionando mal, y o bien no te está protegiendo como debería, o está haciendo que tu PC vaya mucho más lento de lo normal, te voy a dar 5 pistas con las que podrás comprobarlo.
No detecta los virus de prueba
Cuando instalamos un programa de seguridad, confiamos en que va a funcionar bien. Pero, salvo que nos pongamos en peligro al descargar o intentar ejecutar un virus, no podemos asegurarnos de que realmente es así. A no ser, claro, que usemos un virus de prueba.
Los virus de prueba son pequeños programas inofensivos que se encuentran dentro de la base de datos de todos los antivirus. Son utilizados principalmente para probar que estos programas funcionan correctamente, pero que, en caso de que no sea así y se ejecute en el PC, no va a pasar nada.
El más conocido es EICAR (EICAR Standard Anti-Virus Test File), creado por el Instituto Europeo para la Investigación de los Antivirus Informáticos precisamente para probar la respuesta de los programas de seguridad. Si quieres probar que el antivirus funciona bien, busca y baja este virus de prueba. Si no lo detecta, tienes un problema grave.
El PC tarda mucho en arrancar
Los antivirus suelen consumir una considerable cantidad de recursos. Y esto afecta directamente al rendimiento de los ordenadores, especialmente en aquellos de gama baja. Pero, aunque pueden ralentizar un poco el PC, no debería ser algo excesivo. A no ser, que algo vaya mal.
Si notamos que nuestro ordenador tarda mucho (pero mucho) en encender, en iniciar sesión, o en permitirnos navegar de manera fluida, es que algo va mal. Y podemos descartar el antivirus fácilmente de dos formas: o bien podemos desinstalarlo y probar si mejora el funcionamiento del PC, o reiniciamos en Modo Seguro para ver si en este modo (donde no carga ningún programa ni proceso que no sea de Windows) funciona mejor.
Demasiadas notificaciones (o demasiado pocas)
Con las notificaciones, los antivirus nos avisan cuando algo va mal, o cuando se ha hecho algo para protegernos. Por ejemplo, nos pueden avisar de errores, bases de datos sin actualizar, o amenazas que han detectado y eliminado antes de infectar nuestro PC.
Si un antivirus nunca nos ha mostrado una sola ventana de notificación, o bien es porque las hemos deshabilitado nosotros a mano, o porque algo no está funcionando como es debido. Y lo mismo ocurre cuando aparecen demasiadas notificaciones generadas por estos programas, ya que igual estamos bajo ataque informático, infectados, o simplemente el software de seguridad se ha dañado.
No puedes abrir la interfaz principal
Normalmente, los antivirus se ejecutan en segundo plano. Y no solemos tener que hacer nada con ellos para que todo funcione como es debido. Sin embargo, hay veces que tenemos que entrar en la interfaz principal para ver el estado del PC, lanzar un escaneo manual o comprobar si está todo actualizado como es debido. Para ello, lo único que hay que hacer es buscar el icono en la bandeja del sistema (junto al reloj) y, haciendo doble clic sobre él, abrirlo.
El problema es que hay veces que algo falla y la interfaz del antivirus no se abre. Eso no quiere decir que no esté funcionando. Pero no poder entrar en su interfaz puede darnos muchos problemas. Lo mejor, en este caso, es desinstalar el antivirus y volverlo a instalar para que se repare cualquier fichero dañado que pudiera haber.
Imposible desinstalar el antivirus
Por último, otro comportamiento que nos puede hacer pensar que nuestro antivirus está funcionando mal es la imposibilidad de desinstalarlo del ordenador. Aunque este programa de seguridad se ejecuta a nivel del núcleo, cualquier usuario, con permisos de administrador, puede desinstalarlo como cualquier otro programa más. Si al entrar en el apartado de aplicaciones instaladas e intentar borrarlo nos da error es que algo está mal con él.
Podemos intentar usar programas específicos que suelen lanzar los fabricantes para desinstalar a la fuerza sus antivirus cuando los desinstaladores normales no funcionan. Pero, si ni con las herramientas facilitadas por los propios desarrolladores de los antivirus podemos borrar el programa de seguridad, entonces no nos va a quedar otra que formatear el PC y reinstalar Windows.
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Author: Rubén Velasco