En los tiempos que corren no tenemos más que acercarnos a cualquier tienda especializada y comprar un ordenador más o menos potente que cumpla con nuestras necesidades y expectativas. Pero hace casi 90 años las cosas eran muy diferentes en el mundo de la tecnología.
Lo cierto es que este es un sector que no para de sorprendernos año tras año con sorprendentes innovaciones que cada vez son más avanzadas. Uno de los principales objetivos de todo aquello relacionado con la tecnología es facilitarnos la vida en la medida de lo posible. Precisamente en estos momentos se habla mucho de las plataformas y aplicaciones centradas en la inteligencia artificial.
Multitud de empresas y usuarios finales están atentos a lo que nos deparará el futuro y cuál será el uso de las IA en años venideros. Lo cierto es que cada vez estamos más acostumbrados a estos lanzamientos y avances, aunque la cosa no siempre fue así. Hoy día tenemos al alcance de la mano cualquier ordenador de mayor o menor tamaño y potencia. Sin embargo a principios y mediados del siglo pasado la cosa era radicalmente diferente. Todos estos avances tecnológicos eran casi inexistentes, y los que había, estaban al alcance de unos pocos.
Ahora os vamos a hablar de un ordenador que posiblemente sorprenderá a muchos por la tecnología interna utilizada y por cuándo fue fabricado.
Así era el ordenador soviético que funcionaba con agua
Vamos a situarnos en una época pasada, hace casi 90 años, en la que el mundo de la computación estaba en sus primeros pasos. Había algunos ordenadores que ocupaban habitaciones enteras y su funcionalidad estaba bastante limitada, hay que reconocerlo. Sin embargo seguro que los ciudadanos de la época también se llevaban alguna que otra sorpresa relacionada con la tecnología, como os vamos a contar.
Y es que fue en el año 1936 cuando un ingeniero soviético decidió crear el primer ordenador que funcionaba con agua. En concreto nos referimos al investigador Vladimir Lukyanov que intentó revolucionar este sector del hardware con esta sorprendente máquina. Sin duda alguna, la principal innovación que se introdujo en este diseño fue que en lugar de utilizar electricidad para su funcionamiento, el ordenador se alimentaba de agua para ofrecer los resultados requeridos.
Evidentemente esta máquina estaba muy lejos del uso personal que hacemos de los ordenadores en estos momentos. De hecho los equipos que se desarrollaban en la época tan solo se utilizaban en entornos corporativos para determinadas tareas concretas. De ahí que tuvo la idea de sustituir la electricidad por agua para hacer funcionar su proyecto personal.
Para que nos hagamos una idea más aproximada de su utilidad, decir que este ingeniero fabricó esta máquina con el fin de calcular mejor la estabilidad de las estructuras de hormigón armado. De hecho se centró en los ferrocarriles que se estaban construyendo por la época en tierras de la URSS. Lukyanov trabajaba en la construcción de esos ferrocarriles de la URSS y tenía que garantizar la calidad de las estructuras con hormigón armado que se construían.
Hay que tener en cuenta que aquellas máquinas tecnológicas no eran como las actuales con sus chips y microchips. En aquellos momentos hace casi 90 años se utilizaban engranajes y palancas para hacer funcionar estos primeros ordenadores. Sin embargo el ingeniero Vladimir Lukyanov tuvo la gran idea de sustituir esos engranajes por agua para hacer funcionar su ordenador.
Una de las razones de este innovador diseño es que el ingeniero descubrió la similitud entre el flujo del agua y la distribución del calor. De ahí precisamente que utilizó este líquido como alimentador de su ordenador para poder comprobar cómo se distribuía el calor utilizando los diferentes niveles de agua de la máquina. Así se convirtió en un ordenador completamente único y además estaba capacitado para resolver ecuaciones diferenciales parciales. Decir que tenía el tamaño de un armario y estaba formado por tuberías y bombas a presión.
Evolución y fin del curioso invento
Llegados a este punto merece la pena saber que este integrador de agua fue evolucionando con el paso de los años y su uso se remontó a lo largo de casi cuatro décadas. Evidentemente poco a poco sus utilidades se fueron extendiendo y se convirtió en una máquina más compleja y precisa. De hecho pasó a utilizarse en otros sectores al margen de la construcción. La Unión Soviética a lo largo de esos años construyó varias máquinas de este tipo e incluso ayudaron en la carrera espacial.
Todo ello hasta la década de los 80 del pasado siglo cuando dejó de utilizarse prácticamente, aunque aún había excepciones donde este ordenador de agua seguía siendo útil. Hoy día podemos encontrar una de estas máquinas expuesta en el museo de Moscú.
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Author: David Onieva